La tarantela en Casa de Muñecas

Paula Garrido 200922892
Teatro del S. XX
14/08/2013

El baile de la Tarantela en Casa de Muñecas
Aunque la escena final del segundo Acto, donde Nora baila la Tarantela ante Helmer, el Dr. Rank y la Sra. Linde, sea la reafirmación de su rol como muñeca en la medida que su baile sirve comoun entretenimiento para distraer a Helmer de leer las cartas, paralelamente puede tomarse como la expresión de emociones interiores en pugna, por lo que también es el intento de Nora para reafirmase como ser humano.
La escena del baile de la tarantela sucede después de que Krogstad le dice a Nora que le dirá la verdad a Helmer sobre el recibo por medio de una carta, momento en que Nora seencuentra en desesperación debido a que se contempla la posibilidad de situaciones extremas como la muerte y la locura. En su segunda conversación con Krogstad, Nora da cuenta de como en sus pensamientos se hace visible la posibilidad de la muerte como solución: “Krogstad: […] De modo que si ha adoptado usted alguna resolución desesperada../ Nora: Si, la he adoptado./ Krogstad: … o algo peor todavía../Nora: Pero ¿cómo puede usted saberlo? y Krogstad: ¿Debajo del hielo azul quizá? ¿En el fondo del frío y el sombrío..? Y más tarde, por la primavera, volver a la superficie, desfigurada, desconocida, sin cabello…” (Ibsen, II, 84 - 86). Luego de su encuentro con Krogstad, Nora habla con la Sra. Linde y sale a la luz como la situación anterior también deriva en locura: “Sra. Linde: Nora, Nora, ¿tehas vuelto loca? […]/ Nora: ¡Entonces actúa de testigo de que no es verdad, Cristina! No he perdido la razón; estoy en mi pleno juicio. […]” (Ibsen, II, 87).
Bailar la tarantela se convierte entonces en la acción de la que depende su vida tal y como la conoce Nora; “Helmer: Pero, querida Nora, bailas como si se te fuese la vida…/ Nora: Y así es, ni más ni menos” (Ibsen, II, 84) y “Nora: […]entonces habré terminado de bailar la tarantela. Veinticuatro y siete, treinta y una. Tengo treinta y una horas de vida” (II, 92).
El baile es la expresión de la situación interior de Nora; la contradicción de haber cometido un delito con un propósito noble, por lo que la acción misma demuestra desorden, automatismo y elimina la represión en la que está envuelta Nora al ser una muñeca. Como lo indicala acotación; Nora baila en una especie de crescendo, en la que muestra su naturaleza como mujer al soltarse el pelo y su individualidad al no hacer caso a las indicaciones de su esposo. La tarantela lleva al límite a Nora, en la medida que exterioriza sus pensamientos de muerte y locura, por lo que el propio baile es desbordante y extremo. El baile es definido por Helmer como un frenesí (Ibsen,II, 90), ya que se convierte en la exaltación irrazonable de sentimientos ocultos que no concuerdan con la Nora que le es familiar a Helmer: “¡Basta ya de inquietudes! Sé mi alondra de siempre…” (Ibsen, II, 91).
La individualidad de Nora se hace evidente si se tiene en cuenta que ella decide por sí misma convertir su cuerpo en un espectáculo y distraer a Torvaldo por medio de su condición demuñeca. Por primera vez, la decisión de ser el entretenimiento no está sujeta a las peticiones de Helmer, si no que es tomada por Nora.
La escena al consistir básicamente en un baile, muestra que la importancia de la comunicación no reside en las palabras sino en la expresión corporal. En este punto Nora pasa de ser un personaje pasivo a uno activo, puesto que bailar la tarantela también es el mediopor el cual logra ser escuchada y cumplir su cometido: que Helmer no encuentre esa noche la carta que le envió Krogstad.
Según, Toril Moi en su libro Henrik Ibsen and the birth of Modernism, la distracción que crea Nora bailando la tarantela muestra que hay dos formas de ver el baile. Una es la de los hombres (Helmer y el Dr. Rank) que ven el baile como una simple demostración del cuerpo y...