La tarea del pensar

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la tarea de pensar

Introducción:

Hay una idea popular que dice que hacer Filosofía es algo inútil, usar un lenguaje abstracto e inaccesible que no tiene nada que ver con la vida y sus actividades cotidianas. Casi nadie detendría su vida cotidiana, su capacidad de juzgar y obrar con acierto enelucubraciones filosóficas.
Como los filósofos no han compartido este sentir común acerca de cuál sea su tarea el primer problema filosófico consiste justamente en intentar definir qué es hacer filosofía y cual es la relación que mantiene con el sentido común.
Una de las maneras clásicas de interpretar este vínculo ha sido tratar de establecer una relación de inclusión que e trata de saber si la Filosofíaes sentido común, solo que ilustrado; o bien, el sentido común es una especie de filosofía, sólo que muy primitiva y básica.
Según la autora que vamos a tratar en este trabajo hay un problema metafísico mucho más interesante detrás del problema de definir de la tarea del pensamiento. La cuestión para Hannah Arendt no es dar por sentado el tipo de relación que existe entre ambos, sino volveratrás y preguntarnos cómo puede aparecer el pensamiento en el mundo, cómo es posible que podamos pensar lo que hacemos y hemos hecho desde la perspectiva de nuestros más recientes temores.

La base existencial de este planteo puede observarse en la tesis de que el significado de las actividades humanas es y será siempre el mismo en la tierra.
La naturaleza de lo que el hombre hace no cambiará jamásmientras este habite en la tierra porque esta condiciona su existencia a través del significado de lo que hace. Lo que si puede cambiar al cambiar la organización política y los sistemas de producción humanos es la experiencia que el hombre ha hecho y hará de su existencia, la experiencia que los hombres tienen en común, su ser en el mundo.

“Los juicios históricos de las comunidadespolíticas, por los que cada una determinaba qué actividades de la vita activa debían mostrarse en público y cuales tenían que ocultarse en privado, pueden tener su correspondencia en la naturaleza misma de estas actividades.”83

Será vital para comprender mi trabajo definir el recorte de la información que haré en base a la distinción entre el hecho y su significado. Lo que estoy intentando reconstruira partir de dos libros de la autoraLa Condición Humana y La Vida del Espíritu son las condiciones antropológicas del gran relato de nuestra decadencia.
Este relato se inicia con la división entre el pensamiento y la acción, la vida activa y la vida contemplativa, coincide con el mismo origen de la teoría política y se desarrolla con ella desde Grecia a la modernidad, desde la identificacióndel discurso y la acción en la medida de la libertad, hasta un discurso de autonomía formal que ignora su arraigo cultural y permanece ciego a las consecuencias de la pérdida de su marco de sentido.
Por razones de espacio y desarrollo me veo obligada a omitir a estas condiciones de su escenario que es la historia de occidente. Las categorías esenciales para definir la condición humana y el valorque la autora da a la concepción griega del hombre pueden aislarse de los hechos. No sin pérdida nos alejaremos del mundo y sus posibles relatos, puesto que las verdadera utilidad de estas categorías no será desarrollada sino simplemente esbozada en su posibilidad.





El Hombre Como Ser Condicionado: LA PLURALIDAD


Considerada desde el hecho de su ser, la multiplicidad se distingueentre sí a través del carácter de alteridad. La calidad de alteritas es, desde su aparición en la filosofía medieval, una característica básica y universal del ser que trasciende toda cualidad particular: la distinción que pertenece a una cosa por el solo hecho de ser. Somos incapaces de indicar que algo es sin distinguirlo de otra cosa.
En la vida orgánica, la distinción no es sólo la pura...