La tecnología
A pesar de las aceleradas innovaciones que presenciamos diariamente, los cambios de paradigma tecnológico tardan tiempo en asentarse; años eincluso décadas. Y, en ese proceso de acomodo, dan pasos adelante y atrás, en una dirección y en otra. Inicialmente, aunque espoleadas por la imaginería militar, las nuevas tecnologías fueron desarrolladas por universidades y hackers. Tras una segunda fase de “misticismo cibernético” (el Big Bang digital) en torno al descubrimiento del ciberespacio (la era de los años noventa1, por ejemplo) y dela condición de originalidad de las redes telemáticas (capitaneada por el auge y caída de la puntocom.manía), ahora estamos emplazamos en un momento distinto, esencialmente diferente. Internet tiene ya una historia. Nos hemos instalado en una fase clave para la socialización de dichas tecnologías. Se abre una etapa que ya no se caracteriza por las deslumbrantes novedades o las portentosasprimicias. Vivimos una suerte de segunda juventud, un período de redefinición y pugna entre diferentes visiones de lo que son (y pueden llegar a ser) las nuevas tecnologías; un paso caracterizado por el acceso masivo a la red (la aparición de las “cibermasas”) y en el que la información es un nuevo entorno natural donde moverse. Dicha transición ha superado la etapa más romántica y mitológica, y seencuentra en un punto más pragmático. Es por ello que el ciberespacio es aún un universo en expansión, un proyecto inacabado, un experimento vivo, una revolución digital permanente o un “mundo en construcción”2. Aún así, aprovechemos la ocasión, los nuevos medios no serán nuevos siempre.
Si algo hemos aprendido en estos años es que Internet no es un don divino ni una caja negra cerrada ni un objetonatural y monolítico. La tecnología es modificable por la acción humana, por aciertos y errores. No es, necesariamente, un producto terminado y listo para consumir. Todavía más, las tecnologías no están dominadas únicamente por factores técnicos ni mucho menos. Cada vez se encuentran más hibridadas y entrelazadas con culturas, valores, usos, usuarios/as de carne y hueso, políticas, regulaciones,maginarios e ideologías, etc. No están subsumidas ni determinadas por una lógica de máquina pura sino que son artefactos sociales. Por ejemplo, la fuerza motriz de la cultura digital no es el hardware, sino la gente3. Más aún, Internet no es un mundo paralelo, está en este. Las nuevas tecnologías y los medios digitales no forman un espacio separado y distanciado del mundo material y cotidiano; sonpartesintegrantes del mismo. Tampoco van a trasmutar la naturaleza humana hasta hacernos radicalmente distintos (malvados o bondadosos) ni fomentan el “choque de civilizaciones” de Huntington (más bien el “choque de ignorancias” de Said). Confundir Internet con la televisión (Sartori), todos los medios de comunicar con las industrias culturales (Escuela de Frankfurt) o el medio con el mensaje(McLuhan) ayuda poco hoy en día. Seguramente sea un problema generacional4. Y las respuestas fáciles, inmediatas o maximalistas no siempre son las mejores. De hecho, la más furibunda crítica antitecnológica izquierdista de los años setenta y ochenta pecaron de excesiva tecnofobia, debilitándose atrapada en contradicciones irresolubles (aunque a veces colea). La más ingenua glorificación de la divinatecnología arrastra, por su lado, un conformismo inocente e inoperante. Busquemos un punto medio.
Otra intuición que nos has alta es que, frente a la versión más extendida, Internet no es un lugar paradisíaco para el mundo económico; o, por lo menos, no más que cualquier otro espacio (material o inmaterial). El despliegue corporativo y consumista sobre las nuevas tecnologías no ha sido mayor que la...
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