La Televisión Del Pobre

La televisión del pobre

En el artículo presentado vamos a poder plantearnos ciertas cuestiones sobre los mayores consumidores de televisión que intentaremos responder.
Se tomará en cuenta las diferenciaciones hechas por Umberto Eco, que llamó paleo-televisión y neo-televisión.
Se analizarán distintos tipos de programas televisivos y se intentará demostrar que el éxito de un programa detelevisión está determinado por los candidatos y el público fijando el estudio en las emisiones de cinco programas: La rueda de la fortuna, El precio justo, Gire la noria, Una familia de oro y El millonario.

La televisión del pobre
El mundo de la televisión implica un trasfondo económico plagado de intereses, que se traduce en una consideración fría de las audiencias, quienes simplemente seconvierten en un producto mercadeable y destino de todo anunciante.
El fin de un modelo televisivo, desde el punto de vista de los contenidos, llevó a Umberto Eco a proponer los términos paleo-televisión y neo-televisión.
El primero se asemeja más a un modelo original de fines pedagógicos, el segundo sencillamente carece de escrúpulos y sentido ético. Es decir, público y comercial.
A laconstitución de este nuevo modelo televisivo en Europa (en EE.UU viene imperando desde hace mucho más tiempo), han contribuido las nuevas tecnologías aplicadas a la medición de las audiencias; que han permitido a la industria de los medios conocer mejor a aquellos quienes les miran, con fines meramente comerciales.
De manera que, el debate se centra en si la neo-televisión es una televisión de sociedad, másdada a la cultura de masas, y la paleo-televisión se reduce a un formato meramente de contenido o de servicio público.
Claro, este debate se centra en la oferta televisiva y no en la demanda. Si bien el contenido televisivo es heredero de un sistema económico y de los mercados, es mediado por profesionales y periodistas carentes de un sentido moral propio, a lo que se suma una audiencia que noexige y/o demanda una televisión de calidad.
Es allí donde pesa el grueso del problema. Los públicos, perfectamente vigilados por los estudios de audiencias, se decantan habitualmente por una programación más parecida a la tele-lentejuela y al trash-TV.
Estas preferencias se transforman en números y en porcentajes que los financieros entienden como una exigencia.
Es decir, el público populares el que impone la programación. No es el público el que se parece a la televisión, sino la televisión la que se parece a su público.
Todo se traduce en que, el verdadero problema es esa clase popular determinante, y su relación con cuestiones sociales, culturales y mediáticas; que se traducen en industria hábil, explotando esa cultura popular a gran escala y traduciéndola en una televisiónmoderna, la neo-televisión.
Si bien mayormente, los estudios sobre el tema no plantean una relación entre el medio y su público desde el punto de vista sociológico, es pertinente poner en contacto la relación propiamente social (la exclusión y la no participación social) con el contacto particular (la relación con la televisión).
Lo popular no es reducible a una subcultura. La cultura popular que seescenifica en televisión, no es más que una fábula o al menos una reducción de personajes comunes.
La relación entre la televisión y el público, es entonces una relación social y el público sencillamente no se reconoce en esos personajes que la televisión refleja.
Aunque esto, claro, es meramente una hipótesis. Para demostrarla es pertinente un encuentro más cercano con el público adecuado,dejando de lado a los no consumidores y a los poco consumidores de televisión, y escarbar entre ese público oculto, corazón de la televisión popular (el 30% del público consume más del 60% del volumen total de la escucha).
La televisión contrapone el mundo del marketing y de la empresa, contra el de la solidaridad y el amor; el mundo del espectáculo y de la emoción, contra el del conocimiento y...