La Tentativa del león
I
INVOCACIÓN
La tentativa de abatir al hombre
que por su ingenio y su virtud se eleva,
cantar deseo, Musa, si propicia,
de tal conformidad mi voz alientas,
que sugiera instrucciones saludables
al mismo tiempo que a la risa mueva.
II
LA VOZ MATERNA
Había en los desiertos africanos,
entre un grupo de rocas, una cueva
donde parióuna leona su cachorro
y le ocultó con suma diligencia.
Después que con su leche le ha nutrido,
de carnes elegidas le alimenta,
y da, con excelentes instrucciones,
la última mano a su piedad materna,
le refiere sus nobles ascendientes,
no para que sus glorias le envanezcan,
sino para que imite sus virtudes,
cuyos modelos tiene tan cerca.
-¡Qué gloria, tener -dice- un padre ilustre!¡Qué confusión el no seguir sus huellas!
¿Hablarás del honor de una familia
que en ti produzca su mayor afrenta?
Debes ser compasivo y generoso,
por lo mismo que nadie tiene fuerza
para dañarte, y, exceptuando el hombre,
todo a tu fuerte imperio se sujeta.
III
CONTRA LA SOBERBIA HUMILDAD
El león orgulloso aquí se enoja,
sus ojos, encarnados centellan,
la piel movible de sufrente se agita,
y erizada sacude la melena.
-¿Quién es -pregunta- quién, ese viviente
que resistir a mi pujanza pueda,
cuya sola mención ha acibarado
las palabras más dulces y halagüeñas?
Con solo...(En ese instante da un bramido
que estremece la gruta, el bosque atruena,
y el eco que repiten las montañas
por todo el horizonte se dispersa).
-El hombre -dice la prudente madre-
es animalde una maldita fuerza
que la suele aumentar el ejercicio,
sin que a la tuya compararse pueda;
mas, con sagacidad, industria y maña,
todo lo rinde, todo lo sujeta:
oprime el mar, se sirve de los vientos,
arranca las entrañas de la tierra,
y, lo que me horroriza al referirlo,
el rayo ardiente a voluntad maneja.
Y así, evita encontrarlo; huye hijo mío;
acelerado corre a tu caverna...
esel hombre feroz con sus hermanos
¿cómo no lo será con una fiera?
-¿Qué yo me esconda? -dice-. ¡He de buscarle,
y en singular batalla, aquel que venza
tendrá la primacía, no fundada
en la opinión, fundada en la experiencia!
Sé que temeridad y cobardía
son dos extremos que el valor detesta;
mas se deben probar todos los medios
de conseguir una gloriosa empresa.
-La ardiente juventud teprecipita,
-le replica la madre- no es prudencia
buscarse por sí mismo la desgracia,
aunque es valor sufrirla cuando llega.
Entonces el león dice: -¿Haré alarde
¡pese a mí! de rendir la mansa oveja,
que no pudiendo oscurecer mi gloria,
de mis garras es víctima indefensa?
Estoy determinado; no te canses
en oponer a mi pasión violenta
de la razón los débiles estorbos...
¡O me veastriunfante o no me veas!
IV
EN BUSCA DEL HOMBRE
Dice -y al punto, presuroso, parte,
cuando la noche a descorrer empieza
el manto oscuro, que hace majestuoso
el pálido esplendor de las estrellas.
Sin rumbo fijo, sin torcer el paso,
por el tupido bosque se abre senda,
insensible a las puntas de las zarzas,
que le hacen obstinada resistencia.
Sale por fin al anchuroso campo,
yen él, un animal se le presenta
que, a los plateados visos de la luna,
con atención, mas sin temor, observa.
-Robusta es la cerviz -dice- en la frente
tiene con sus adornos la defensa.
¡Qué nerviosos los pies! ¡Qué forcejudas
deben ser esas manos corpulentas!
¡Con cuanta impavidez, qué satisfecho
yace, creyendo que ninguno pueda
tener atrevimiento de inquietarlo,
disputando con él lapreeminencia!
Entre tanto, distraído tremolaba
la cola, que, al tocar las hojas secas,
caídas de los árboles vecinos,
formaba ruido extraño que amedrenta...
Era el rendido buey que descansaba,
para tornar de nuevo a su tarea.
Perezoso se apoya en una mano,
la otra después, con lentitud asienta,
e impeliéndose, al punto de levanta,
dejando ver cuál es su corpulencia.
Retirarse el...
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