La tertulia

La tertulia.

Cuba es una de las islas más hermosas de todo el mundo, bañada por las aguas del mar Caribe, coronado por montañas y selvas, con las playas más deslumbrantes que alguien pudiera imaginar, en realidad es el paraíso. La Habana, su capital es una ciudad tranquila, dedicada al comercio y a la buena vida, cualquiera que desee un tiempo para pensar y poner en orden sus ideas nonecesita mas que pasear por las calles y perderse entre el folclore y las tradiciones. Cuando la noche cae sobre esta tierra la luna ofrece su silueta perlada y sus destellos hacen que la arena de la orilla brille como granos de sal. Y es aquí justo a la orilla del mar donde iniciaron nuestros sueños, al menos los míos, y es aquí donde en una noche parecida a esta jure que jamás partiría de aquí mientrasla desigualdad y la exclusión siguieran siendo los mayores distintivos para los americanos naturales.
Caminaba en la playa como a las 7 de la noche, la cita en el pequeño café del centro de la ciudad había sido programada a esa hora, pero debido a que todos sospechábamos que nuestros movimientos eran seguidos, implícitamente todos sabíamos que llegaríamos al punto de reunión entre las 7 30 ylas 8 00. Por esta misma razón es que en vez de caminar por las calles de la ciudad tomaba un camino largo y enredado, sin embargo en realidad me gustaba la idea de pasear junto al mar antes de empezar a abrir la boca y decir un montón de cosas que comprometían tanto nuestros oídos como nuestros cuellos. Llegue al pequeño café que siempre visitábamos los días jueves de la segunda semana del mes; elnuestro era un grupo mas bien singular unidos todos por diferentes motivos pero todos dispuestos a no irnos de aquí hasta ver a una cuba libre. Todos menos aquel Francés que desde hacia unos dos meses se había ofrecido, casi de la nada a apoyar nuestro proyecto, eso si, siempre que convergiera con el suyo.
Nuestro grupo estaba conformado por unas ocho personas. El Frances ya mencionado, quepor razones obvias era el mas férreo critico de Toussaint L`Overture, y no había día en que nos reuniéramos en que no sacara al tema la osadía y la estupidez de ese negro tan audaz, Pablo del Corral, hacendado de Santo Domingo que hubo de dejar su lugar de origen y fortuna debido a la invasión haitiana después de que el pequeño país de jacobinos negros lograra su independencia, su hijo eraFernando del Corral; ambos habían llegado a la isla después de que alcanzar la ruina debido a los malos manejos económicos de la parte oriental de la española durante el dominio haitiano, sin embrago habían llegado a cuba sin un solo peso pero con grandes adelantos técnicos y tecnológicos, lo que les permitió rápidamente rehacer su fortuna mejorando las técnicas de cultivo de caña de azúcar en la isla,gracias a estos hombres emigrados fue que cuba logro un despunte comercial y económico una vez arruinada la otrora colonia francesa de Saint Dominique. La otra cara de la moneda, dentro de nuestro grupo era un negro de edad algo avanzada, llamado Antoin François; este hombre había luchado junto as Boyer para detener la invasión francesa a Haití una vez que napoleón se había decidido de una vez portodas a recuperar la joya caribeña de Francia en América. Así es, este hombre había vencido al propio primo del emperador en una batalla a campo abierto, sus ojos demostraban siempre orgullo y su voz no permitía la menor replica. Cuando fue repelida la intervención francesa él se quedo en la parte norte de la isla, ganando tierras y hombres como pago por sus servicios en la guerra pero con launificación del territorio antes francés decidió marcharse hacia un lugar donde a su parecer todavía existieran instituciones capaces de mantener a una sociedad estable y segura y que otro lugar si no la Cuba todavía española, la llamada isla siempre fiel.
También estaban dentro de nuestra organización un cubano de nacimiento, hijo de pequeños comerciantes, educado y de buenos modales, cuyo...