La Tesis de un Angel Cruel
Cultura fincada en ideas y costumbres que conforman un lenguaje propio, reconocible a través de expresiones estéticas, rituales y espirituales, entre otras. Hablar de arte popular mexicano es aludir al arte social por excelencia, aesa instancia que remite al hombre a un ámbito de pertenencia, a un entorno y a un grupo específico. Es referirse a un arte que es popular en la medida en que se transmite una particular visión del mundo, resultado de una voluntad colectiva, una tradición dinámica, y en tanto cumple con una necesidad de recreación, de transfiguración de ese mundo, de una sensibilidad estética.
Materializaciónde Ia cultura, el arte popular está presente en numerosas esferas de Ia vida social. Los artistas populares infunden vida a materiales inanimados para crear piezas que acompañan aI mexicano en Ios más disímbolos estadios de su existencia: van con él a Ia mesa y a Ias fiestas, forman parte de su indumentaria y de sus danzas, aparecen cuando evoca a sus muertos, en su relación con Ios vivos y jamásfaItan en sus ceremonias religiosas. EI arte popular adquiere su significado real al contextuaIizarlo e insertarlo en Ias culturas que Io producen, pues sólo así es posible percibir Ias relaciones que se establecen entre sociedad-hombre-naturaleza para producir una obra de arte. Igual ocurre con Ios procesos tecnológicos generados por el hombre, con Ias formas de organización productivas y Iosrequerimientos materiales y espirituales que satisfacen dichos objetos. Así mismo, además de Ia Iectura de Ia interacción de elementos y relaciones circundantes, pue- de conocerse Ia cosmovisión de Ios miembros deI grupo expresada y recreada en formas muy distintas en objetos tangibles, en ocasiones efímeros pero Ilenos de simbolismo. A Ias interacciones y concepción deI universo contenidas en Iasexpresiones deI arte popular se suma Ia síntesis de aspectos modeladores de nuestra cultura. Es Ia expresión artística por excelencia que da fiel testimonio de Ios elementos que han intervenido en su formación; es un reflejo inequívoco de nuestra historia, de Ia sensibilidad, creatividad e imaginación de nuestro pueblo. AI igual que nuestra cultura, el arte popular está en permanente proceso decambio.
AI estatismo opone un carácter dinámico que Ie hace inscribirse naturalmente en Ia problemática y evolución de su momento histórico-social. Este fenómeno es palpable en Ias técnicas y diseños, en Ias innovaciones y hasta en Ias formas en que alguna vez Ilega a desvirtuarse su concepción artística o cultural. México es un mosaico de culturas, producto de una mezcla de grupos y de razas.Las creencias, usos, costumbres e ideales de vida terrena y extraterrena indígenas se combinaron -sin disiparse ni perderse- con Ia cosmovisión europea y africana. Tanto los españoles herederos de una cultura árabe, como los africanos, hicieron aportes que bajo ningún concepto abolieron ni invalidaron los valores originales, sino por el contrario, promovieron el surgimiento de nuevas iniciativasculturales, siempre desde una matriz propia, rectora y preservadora: de Ia identidad deI pueblo. Un proceso semejante tuvo lugar con el arribo a México de una amplia y heterogénea gama de grupos étnicos: ingleses, franceses, italianos, alemanes, chinos, deI Medio Oriente y tiempo más tarde norteamericanos, contribuyeron al pluralismo cultural y a Ia diversidad que distingue a México. Cada uno deIos sectores, grupos y clases que forman Ia sociedad mexicana de hoy posee su propia cultura.
Existen desde Iuego rasgos y elementos compartidos (como el territorio, Iengua, Iegislación, sistema monetario, símbolos nacionales, etcétera) que no por ello niegan el pluraIismo cultural. De hecho, Ias culturas étnicas regionales y de los estratos populares integran los nuevos rasgos comunes a su...
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