La Trayectoria De Garcilaso

Reseña
LAPESA, Rafael; Garcilaso: Estudios completos; Madrid, Bella Bellatrix Istmo.

Nos encontramos ante uno de los volúmenes más completos sobre el estudio de la obra de Garcilaso. Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que hace ya más de cincuenta años vio la luz por primera vez esta obra (Madrid: Revista de Occidente, 1948). Con ella, se renovó el estudio de las fuentespetrarquistas en España.
En él, Rafael Lapesa nos invita a la lectura de un estudio diacrónico de la composición de los distintos poemas de Garcilaso.  Asistimos, así, a interesantes análisis de algún texto poético, pero sobre todo, vamos conociendo los pasos de una conciencia lírica cada vez más clara, en la que se aúnan lo aprendido y la propia experiencia.

‘Los poemas de Garcilaso brotan delterreno emocionado y tiemblan siempre de inequívoca y fundamental sinceridad. Pero los estados de alma, en el momento de su elaboración artística, han encontrado moldes afines en la tradición literaria; y estos moldes han actuado sobre el contenido sentimental y sobre la expresión, intensificándolos o filtrándolos según los casos. Además, las lecturas han desplegado a los ojos del poeta vastoscampos de inspiración que su fina sensibilidad no ha tardado en conquistar.’ (Lapesa, pág. 169)

El índice del libro muestra con claridad el propósito interpretativo. Primero, se estudia «la raíz hispánica» de Garcilaso, lo que supone el establecimiento de un amplio panorama del mundo de la poesía de cancionero. Poco a poco, va emanando un «conceptismo» expresivo cuyos rasgos son elintelectualismo, los juegos de palabras, el alegorismo del paisaje y —quizá sea ésta la aportación más valiosa— una concepción voluntarista del amor masculino concebido como un ejercicio de superación y dominio.

El rastreo de estas fuentes en la poesía garcilasiana (particularmente en el soneto I, la égloga I y las canciones I, IV y V, entre otros) es magnífico. Al igual que la explicación de las deudas deGarcilaso con Ausias March. El capítulo sobre «La asimilación del arte nuevo» supone otra síntesis de primera mano sobre la naturaleza del petrarquismo, con valiosos apartados sobre las diferencias entre Garcilaso y Boscán, la comunicación entre ambos, y el mutuo juego de influencias. Descubrimos, además la influencia de Sannazaro –cuya Arcadia le reveló el mundo del bucolismo y acabó de habituarlea la contemplación estética de la naturaleza- Ariosto y otros clásicos como Horacio u Ovidio, y, asimismo, un análisis de la égloga II. Vemos reflejada la evolución de la poesía de Garcilaso, que comienza a prodigar epítetos y, sobre todo, convierte la adjetivación en un placer de los sentidos.

Y el capítulo «Plenitud», ofrece una lectura de aquellos poemas en que se despliega la maestría deGarcilaso: la égloga I, de la que se afirma que ‘marca la más alta cima de la poesía garcilasiana. Otras creaciones posteriores la aventajarán acaso en perfección técnica y en riqueza sensorial, pero ninguna ha llegado a tan estrecha unión del sentimiento y la forma. [Lapesa, pág. 140]. Incluso se habla de expresiones que suponen la creación de un lenguaje y un mundo poético nuevos.
A continuación,se abre paso un nuevo apartado de este capítulo. Con el título de ‘Tres géneros nuevos’, el autor se dispone a tratar ahora La epístola a Boscán, primicia de un género literario –‘tiene el encanto de acercarnos a la intimidad del poeta y de dejarnos verle sonreír’ [Lapesa; pág. 142] La elegía I, -después de las églogas, la obra más ambiciosa del autor’ [Lapesa; pág. 143] y la oda A la Flor deGnido, uno de los poemas garcilasianos que tuvo más influencia en la literatura posterior y cuya estrofa alcanzó éxito, lo que le otorgó atracción a la obra.

Más adelante, encontramos un apartado en el que se hace hincapié a la atribución de cuatro sonetos que son de los más perfecto y luminoso que salió de la pluma de Garcilaso, y que pertenecen a la época napolitana. Por último, nos centramos...