La tumba de julio ii- miguel angel
Miguel Ángel es una figura que ya en vida fue idolotrada como “divino”.
Desentrañar su genialidad es complejo, hay que tener en cuenta muchos factores que colaboraron a formarla. Un personaje poliédrico que aunque se autodenominase, escultor, abarcó distintas áreas artísticas, como la pintura, la escultura, la arquitectura o la poesía, siendo ésta última donde muestra una partemuy íntima de su ser, deja entrever cuales eran sus pensamientos y sentimientos más recónditos, adentrarse en ellos es apasionante. Sin embargo, el conjunto de sus actividades resulta coherente, permite enlazar unas con otras.
La finalidad de este trabajo consiste en relacionar los estudios de diversos especialistas sobre el significado de la presencia de figuras de esclavos en el primerproyecto del magnífico mausoleo pontificio de Julio II. Para ello, se ha creido oportuno remitirse como mínimo al periodo Helenístico y al Imperio Romano, dado que su sentido iconográfico nace en la cultura pagana, e intentar reconstruir como pudo llegar a ser recibido en el siglo XVI.
Es necesario estirar de un hilo conductor que permite realizar un largo viaje a través de la historia y de una largatradición en el arte, situando la atención en la cuna de la cultura occidental e intentar entender como un estilo paso de una cultura a otra, cuales fueron los instrumentos para utilizar el gran poder de las imágenes y de este modo poder transmitir un mensaje de magnificencia y exaltación de un modo comprensible. Quizás este esfuerza permita acercarse a algunas fuentes de inspiración delmaravilloso arte que ofreció Miguel Ángel, sin perder de vista que tuvo un inicio en algún momento, aunque sea muy remoto y también teniendo en cuenta referentes más inmediatos, medievales y renacentistas.
Cualquier aproximación que se quiera realizar a Miguel Ángel tiene que remitirse a dos fuentes imprescindibles, sus biógrafos, Giorgio Vasari y Ascanio Condivi, y como no, a las propias aportacionesque él mismo pudo dejar escritas.
Es preciso tener en cuenta el ambiente intelectual en el que se formó, no se puede dejar de lado la influencia que recibió del Neoplatonismo imperante en la Florencia de las décadas ochenta y noventa, a través de la Academia Neoplatónica dirigida por Marsilio Ficino, bajo el amparo de Lorenzo, el Magnífico y que Miguel Ángel vivió de tan cerca. Ni su aprendizajeen los talleres de Ghirlandaio y del Jardín de San Marcos, ni la influencia tan poderosa que ejerció sobre él los sermones de Savonarola, las crisis políticas y religiosas de cada periodo, dentro del convulso ambiente que le tocó vivir y que le influyeron de un modo u otro, durante su larga vida.
Es un trabajo largo pero apasionante, además, como recuerda Panofsky, en su obra Estudios sobreiconología, Miguel Ángel sometía a una transformación las obras clásicas o modernas en las que se inspiraba, según Vasari de tal forma que “apenas nadie se ha dado cuenta de ello”, gracias a su gran memoria que le permitía fijarse en alguna forma y posteriormente, con su extraordinaria capacidad, la transformaba de tal manera que no se percibía a que fuente se remitía.
Por otra parte, Gombrich en unaconferencia pronunciada en la Universidad de Cambridge en noviembre de 1.979 afirmó que “todos robamos nuestras ideas, porque debemos nuestro lenguaje a innumerables de nuestra especie, que cuidando de los significados, hicieron crecer la mente desconocida del hombre”. En esta misma conferencia, Gombrich hizo una observación muy interesante, al relacionar al Moisés de Miguel Ángel con el San Juande Donatello (1.413-1.415) y con el Jeremías de Nicolaus de Verdún de principios del siglo XIII (Tesoro de la Catedral, Colonia, observación que puede extrapolarse al estudio que se pretende realizar en este trabajo: “lo que inspiró a Miguel Ángel fue la tradición que halló encarnada con la mayor belleza en el mayestático evangelista sentado de Donatello; era una tradición que había alcanzado...
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