La tv como opio del pueblo
Escrutinio
Juan José Morales
En su obra Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel, Carlos Marx escribió que la religión es el opio delpueblo, en el sentido de que al ofrecerle la esperanza de una vida feliz en el más allá si soporta con resignación sus sufrimientos en el más acá, lo adormece, vuelve conformista y distrae de los problemasde su vida diaria. No sólo Marx, sin embargo, tenía ese punto de vista. En una y otra forma lo expresaron también diversos filósofos y ensayistas, como Kant, Feuerbach, Moses Hess y Heinrich Heine, eincluso por lo menos un teólogo: Bruno Bauer.
Hoy día, en una paráfrasis, podríamos decir que la televisión es el opio del pueblo mexicano, pues cumple la función de hacerle olvidar la realidad enque vive: desempleo, carestía, inflación, bajos salarios, falta de oportunidades para los jóvenes, una atroz ola de criminalidad y otras cuestiones similares, sumergiéndolo en un mundo de banalidades ysituaciones que, si bien son reales, carecen realmente de importancia.
Ya no se trata simplemente de darle circo para que olvide el pan. O sea, ofrecerle espectáculos al estilo del famoso Siempre enDomingo y lacrimógenas telenovelas con final feliz en que los pobres salen mágicamente de la miseria o descubren que después de todo su condición de pobres los hace más felices que los ricos. Eso yano funciona. Ahora, el distractor es lo que en la terminología de los medios de comunicación se denomina el talk show, que a menudo se confunde con los reality show aunque no son lo mismo. El realityshow —del que en la televisión mexicana son ejemplos Big Brother y La Academia— presenta a personas comunes y corrientes que interactúan entre sí, mientras la cámara sigue los incidentes de su vidadiaria. El talk show, en cambio es un programa en que personas también comunes y corrientes son entrevistadas por el conductor para hablar de sus experiencias personales de tipo familiar, económico,...
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