La Ultima Casa A La Izquierda

La ultima casa a la izquierda (la casa de los Zamarripa), siempre había causado temor entre los niños de San Francisco; a causa de las historias que contaban las abuelas. Pues en esa casa, decían, había habitado una bruja de nombre Victoria; que se robaba a los niños para alimentarse; y alimentar a su mascota.
Si algún día la vida nos permite ser felices, es solo para que después, sin previoaviso, nos cobre la factura proporcional a nuestra vida; y a nuestro alborozo.
La niñez de Eusebio Zamarripa, se desarrollo en San Francisco, lugar que, a la edad de 25 años, aun habitaba. Justino Covarrubias, Gregorio Robles, Heriberto Hernández y Agustín Correa, desde temprana edad, habían sido los amigos con los que Eusebio, comenzó a escribir capítulos en su libro de vida. Compartían lasvivencias de juventud, las borracheras y las madrugadas que los alcanzaban, mientras bebían un buen trago en “La Rueda Negra”, y por unos cuantos pesos, podían disfrutar de una complaciente hembra que estuviera dispuesta a recibir toda la liberación de sus mas obscenas perversiones; más que amigos, eran hermanos.
El cargo de vida que Eusebio pagaría a lo largo de toda la eternidad comenzó, hasta dondesé, o puedo contar, el día en que Agustín Correa se caso con Úrsula Aguilar. La boda se realizo un día de lluvia, en medio de felicitaciones, deseos de una vida de felicidad juntos, abrazos y palabras de aliento para los recién casados. Al himeneo asistieron los familiares de Úrsula, exceptuando a sus padres, fallecidos dos años antes, debido a la peste de polio que había azotado a San francisco; ylos cuatro amigos de Agustín. El regalo de bodas, por parte de Eusebio, consistió únicamente en un ramo de rosas, que se marchito al terminar el día, cuando la luz del sol se comienza a extinguir, y la luna, tan brillante cada noche, se acerca cada vez más al cielo.-“El día después de la boda amaneció con cielo rojo, mal augurio si se desea ser feliz toda la vida”- decían las ancianas del pueblo.Un mes después de la fiesta, Gregorio, Justino y Heriberto, se encontraban, como de costumbre, bebiendo en “La Rueda Negra”, entretanto, a dos mesas de distancia, un hombre que vestía de negro, pedía un último trago para todos los presentes.
(mi nombre es el diablo…..toma mi mano por favor)
Un sonido perforo la estancia, el plomo comenzaríael arduo trabajo que le aguardaba aquella noche. Un hombre cayo, sin vida, en medio de la taberna, aun sostenía el último trago de su vida, mientras el Hombre De Negro, al fondo, sostenía el arma en sus manos, sin hacer alguna mueca de satisfacción, perturbación o disgusto; la mirada penetraba fijamente a los tres amigos. El primero en partir fue Gregorio, que recibió un disparo en la cabeza,murió al instante, Justino trato de correr, pero fue inútil, una bala le perforo la pierna izquierda, arrebatándole cualquier oportunidad de huir, antes de tocar el suelo, antes de caer, el pecho le exploto debido a la potencia del proyectil que lo impacto por detrás. Heriberto, tuvo un poco más de tiempo, pudo salir, la brisa turbia después de la tormenta, le cobijaba exiguamente el rostro, mientrasescuchaba los pasos del verdugo que en aquella desdichada oscuridad le quitaría la vida con un estruendo que rompería el silencio de la noche; y que derramaría un poco de sublime existencia roja. El hombre de negro, con la cautela de un cazador que ah divisado a su presa, salió del tugurio, el penúltimo disparo que se escucharía aquel anochecer, cautivo a todos los presentes, y la existencia rojacomenzó a relucir, atreves de la garganta de Heriberto, cubriéndole el pecho y el omoplato derecho; y al final, tuvo la última conversación de su vida.
-“¿Por qué?”- pregunto en un susurro.
-“Ella así lo quiso, su nombre es Victoria, toma su mano por favor”-, respondió la voz profunda del hombre de negro.
Un macrosegundo después, una explosión, Heriberto dejo de existir, con una mueca de...