LA ULTIMA FRONTERA

En la última frontera
En un lugar paradisíaco llamado la isla palmito del verde, situada en la costa de Sinaloa y Nayarit entre los ríos de las cañas y baluarte, una rica zona de esteros y lagunas litorales que conforman las costas oceánicas, recorriendo estos lugares se encuentran unas bellísimas playas y una pequeña población de pescadores, en donde el autor ubica su historia en estepintoresco poblado, un atardecer de agosto del año 1978, un muchacho de 12 años a quien sus compañeros le llamaban capitán y estudiaba en la secundaria local, caracterizándose por soñar despierto con maravillosas aventuras, como la que le sugería la vista del viejo barrio que un grupo de pescadores del pueblo, expertos tiburoneros habían encontrado a la deriva llevándolo al puertecillo y anclándolo, haciados días, la gente del pueblo comentaba que el “Feliciano Meza” nombre del barco, parecía un barco fantasma o tal vez abandonado por su tripulación, por lo tanto avisaron a las autoridades de la capitanía del puerto de Mazatlán para que se hicieran las investigaciones pertinentes.
Héctor Laviada “el Capitán” constituía una organización escolar muy activa denominada la trupa, el alma de estegrupo escolar era un muchacho rubio de mediana estatura, llamado Esteban, quién con otros muchachos inquietos, cuyos nombres eran Leonardo, Justo, Silvestre, todos estudiantes de la Secundaria Tecnológica Pesquera de Teacapan, de ellos se podría decir lo mismo que de cualquiera de su edad: eran alegres, buenos camaradas, un tanto jactanciosos, parlanchines, es decir, cualidades y defectos comunes ycorrientes. Si algo hubiera que destacar de cada uno de ellos, era el carácter socarrón y bromista de Justo; el talento singular de pescador de Leonardo; la habilidad y destreza física de Silvestre; y la incansable fuerza de voluntad y fantasía del más joven del grupo.
Era un conjunto espléndido de muchachos. Difícilmente se podría reunir otro grupo más entusiasta, decidido y lleno de vitalidad queellos; pero su sed de aventuras y desbordante imaginación serían cruelmente saciadas esa noche en la que, pasando por alto la prohibición de abordar el barco fantasma, se proponían descubrir el enigma de la desaparición de los tripulantes del Feliciano Meza. Otros dos muchachos que habían coincidido en aquella aventura eran Daniel y Marcial, estudiantes de 3er grado que no se mezclaban con losnovatos del primer año, pero ahora estaban reunidos por casualidad y por el mismo impulso, el abordaje del barco fantasma por cuenta propia.
Cuando se encontraron fue imposible ocultar sus intenciones y deciden convenientemente unificar sus fuerzas y emprenderán la aventura de abordar el barco fantasma, una vez adentro comienzan a curiosear en la oscuridad de la noche y un impresionante silencio,alumbrados por unos cerillos encuentran unas cajas que despiertan más su interés por saber que contienen; Entretenidos en este esfuerzo sufren un gran sobresalto al escuchar un ruido del escotillón que se cierra; Varios gritan ¡DANIEL GOMERA DEJA DE HACER ESA BROMA!, sabedores de que a Daniel le encantaba provocar estas reacciones en el grupo.
Aquí estoy – murmura Daniel y todos se miran unos aotros, contándose repetidas veces, hasta caer en la cuenta de que el escotillón se ha cerrado.
Justo trepa la escalerilla e intenta abrir la puerta sin poderlo conseguir. Su esfuerzo es visible y su rostro refleja un temor que se contagia.
Estamos encerrados de verdad – informa.
Horrorizados sintieron bruscos movimientos y un calor sofocante, inmediatamente cada uno de los muchachos, da suopinión acerca de lo que pasa, una de ellas es que la capitanía del puerto se está haciendo del barco, de pronto se abre el escotillón y un aire fresco golpea los rostros de los muchachos y un miedo los invade, al ver a la singular tripulación.
¡Prófugos! – exclamó Daniel Gomera, reforzando esto argumenta capitán.
Es verdad, en los periódicos decía “Se fugan seis menores del Consejo Tutelar de...