LA ultima neurona de burbai
as matemáticas están por todas partes.Invaden el diagnóstico médico por imágenes, la economía, la banca, la industria farmaceútica, la biología. Son omnipresentes pero secretas. Cuando los usuarios se suben en Météor, una línea de metroparisino sin conductor, no se imaginan ni por un momento que su concepción requiso la participación de 150 matemáticos durante cinco años... Pocos franceses saben también que su país se considera la tercerapotencia matemática del mundo, detrás de Estados Unidos y de Rusia1.
Esta excelente situación tiene una larga historia, que empezó con Viète, en el siglo XVI, continuó con Descartes (siglo XVII),Fermat (siglo XVII), Lagrange (siglos XVIII-XIX), Laplace (siglos XVIII-XIX), Galois (siglo XIX)..., y culminó con uno de los mayores matemáticos de todos los tiempos, Henri Poincaré (1854-1912), que fueseguramente el último en tener un conocimiento universal de las matemáticas y de sus aplicaciones.
El grupo Bourbaki
Unos años antes de morir, el gran matemático Jean Dieudonné (1906-1992)explicaba que "esta antigua tradición francesa se mantuvo de forma prácticamente continua, salvo durante el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial: en ella murieron muchos jóvenes científicos de todaslas disciplinas. (...) La fundación del grupo Bourbaki permitió retomar una tradición que estaba desapareciendo."2
En 1939, se publicó el primer tomo de las obras de Nicolas Bourbaki. Bajo esteseudónimo se escondía un grupo fundado por antiguos alumnos de la Escuela Superior de Formación del Profesorado (ENS)3, famosos por su afición a lo secreto. El "monstruo policéfalo", como lo llama GérardTronel, presidente del Comité Francés del Año Mundial de las Matemáticas, retomó la disciplina desde su punto de partida. La meta era organizar sus componentes según un orden lógico y exponerlos a...
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