La utopía en la época de la incertidumbre y el fin del patriarcado.

Temas: La utopía en la época de la incertidumbre y El fin del patriarcado.
El autor empieza diciendo “La vida de las personas incluso las más felices es cualquier cosa menos carente de problemas. Llena de incertidumbre, de miedo, de “sorpresas” del destino, ante las cuales no podemos tomar precauciones para evitarlas, pues, - define con su poético matiz – “nadie espera un relámpago en un cielosin nubes”.
Esta incertidumbre es la que llevó a grandes estudiosos a soñar con la “utopía”, referente a un mundo fiable, seguro, limpio de incertidumbre, sin miedos incontrolables, el escenario idóneo para una vida feliz, un mundo optimista en esencia, una vida digna de ser vivida.
Oscar Wilde, una mente brillante en su tiempo, decía que “un mapamundi en el que no figurase la utopía novaldría la pena de ser mirado, pues faltaría en él el único país al que la humanidad arriba a diario. Y apenas en él mira más allá, y divisando tierra aún más atractiva, vuelve a poner proa hacía ella. El progreso no es más que la realización de las utopías”. A la par, Anatole France, coincide con Wilde afirmando que “Sin las utopías de otros tiempos, los hombres vivirían todavía en las cavernas,miserables y desnudos. (…) La utopía es el principio de todo progreso y el ensayo de un futuro mejor”.
Sin embargo Bauman señala con certeza que el progreso es más bien “un ir en busca de las utopías y no precisamente su realización”, siendo estas utopías producto del pensamiento en una atmosfera moderna. Una imagen de un universo diferente al que conocemos por experiencia directa o por haber oídohablar de él. Y que para que este sueño utópico surja, precisa de dos condiciones: la primera, una sensación abrumadora de que el mundo no está funcionando como debe; y la segunda, la confianza en la energía humana para llevar a cabo la tarea de analizar lo que no funciona y construir nuevamente lo que sea necesario. En resumen, confiar en que bajo la dirección humana el mundo puede ser moldeadode un modo más adecuado para satisfacer las necesidades humanas. Y hace una interesante analogía, refiriendo que hay tres posturas en las que encajamos los humanos: La primera la postura del “guardabosques” cuya tarea principal es la de proteger el territorio a su cargo de cualquier interferencia humana, “defender y preservar el equilibrio natural”. La segunda, la de él “jardinero”, que da porsentado que no habría orden en el mundo a su cargo si no fuese por sus cuidados y esfuerzos continuados. Estos son los expertos creadores de utopías. Y por último, “el cazador”, a quien solo le interesa satisfacer sus necesidades, sin importarle el equilibrio natural, ni la armonía de las cosas, ni causas. Siendo este el rol más jugado hoy en día en nuestra sociedad, que nos incita a que actuemos asíbajo amenaza de quedar excluidos de la cacería si no jugamos; convirtiéndose la vida del cazador en una utopía en si misma, una sin final, ya que no le brinda significado alguno a la vida como tal, pues cada episodio se vive sólo en función del siguiente y no da lugar a meditar en qué dirección se avanza.
Así el autor concluye que “el término solía hacer referencia a un objetivo codiciado,soñado y lejano, hacía el que el progreso debería, podría y habría de dirigirse para al final conseguir que los que van en su busca lograran que el mundo se adaptase mejor a las necesidades humanas. No obstante, en los sueños contemporáneos la imagen del parece haberse distanciado de la noción de para empezar a significar ”. Que en palabras de Marco Polo - en “Las ciudades invisibles” – “el infiernode los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno...