La vagancia
Es ese deleite del propio ombligo que te atrapa con amor y compañía y te ata con fuertes cadenas de desidia y autocomplacencia al sofa de tu casa.
Es la razón por la que eres capaz de estar viendo un programa infecto de televisión sin cambiar de canal porque el mando de la tele nose encuentra dentro del radio de acción de la longitud de tu brazo.
Es la causa de que seas capaz de comer cereales durante una semana que te quedes en casa todos y cada uno de los días, para no tener que cocinar.
Es el motivo por el que nunca quedas con aquellos amigos que siempre les dices que vas a quedar.
Es el origen de tus malas notas en los exámenes por no ser capaz de estudiar lonecesario.
Es la lorza que crece alrededor de tu ser y la voz de tu cabeza que susurra que mañana empiezas a ir al gimnasio, pero hoy puedes tomarte unas cervecitas.
Es, en suma y en definitiva, la cualidad que define al ser humano.
Y a veces, y sólo a veces, consigues vencerla, con la ayuda apropiada.
Para analizar el problema de la pereza, el autor de ‘Etica para Amador’, FernandoSavater, ponía como ejmplo un viejo cuento que narra cómo un padre luchaba contra la pereza de su hijo pequeño que no quería nunca madrugar. Un día llegó muy temprano por la mañana, lo despertó, el chico estaba tapado en la cama, y le dijo: “Mira, por haberme levantado temprano he encontrado esta cartera llena de dinero en el camino. El chico tapándose le contestó “más madrugó el que la perdió”.En este contexto, Svater dice que la pereza siempre encuentra excusas y que es perezoso “quien renuncia a sus deberes con la sociedad, con la ciudadanía, quien abandona su propia formación cultural. La persona que nunca tiene tiempo para leer un libro, para ver una película, para escuchar un concierto, para prestar atención a una puesta de sol. Aquel que tiene pereza de convertirse en más humano”.La inactividad y falta de motivación, sin embargo, no deben confundirse con el ocio, dice este filósofo español, quien defiende el derecho a la siesta como un descanso necesario.
Sin ser tan filosófico, Danilo Sánchez, ateo de 35 años, dice que sueño, debilidad, incumplimiento y mal humor son conceptos que se pueden asociar con la pereza, que según es como el “poder que no tiene ningún súperhéroe”
El catequista Renato Sangoluisa, de su parte, considera que esta es una ‘incapacidad’ ya que impide aceptar y hacerse cargo de la existencia de uno mismo, de los problemas y de los dolores físicos y del alma.
La tristeza, en cambio, es considerada como uno de los síntomas de la pereza que “demanda desgano, aversión y disgusto, lo que no nos permite realizar nuestrasresponsabilidades por ello la gente nos dice vagos”, explica la psicóloga Angélica Villacís.
Elizabeth García, quien tiene 21 años y profesa la religión católica está convencida de que la pereza es un pecado que es fácil de identificarlo y que “se refleja en todas las cosas que hacemos a diario por eso deberíamos tratar de evitarlo, porque es malo, ya que te acostumbras a lo fácil, lo cual daña tu espíritu”.Es una enfermedad que se expande mediante “el facilismo para obtener las cosas, esto es malo porque evita la productividad, acaba con la mente y el cuerpo porque gana la vagancia”, agrega Vanessa Córdova de 23 años y también católica.
Jenny Meneses, evangélica, simplemente recuerda que la persona perezosa “trabaja dos veces o hasta más por ser facilista”.
Desarrollo y facilismo
Eldesarrollo tecnológico es el que “nos lleva a querer las cosas rápidas, perfectas y fáciles, pues estamos cómodamente frente a una computadora que hace prácticamente todo el trabajo, lo único que haces es ordenar ideas y, de vez en cuando, sacar conclusiones. Hasta eso me da a mi pereza”, confiesa Ariel Espinoza, católico de 17 años y nativo de la era digital.
Sandra Muñoz, de 27 años, quien se...
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