La vajez

Pese a lo que muchos creen, cuanto se ingresa en la llamada "tercera edad" no hay que dejar de hacer ejercicio ni mucho menos. Todo lo contrario, incluso si nunca se hizogran cosa a nivel físico es la hora de empezar a trabajar todas las capacidades físicas y coordinativas, ya que esto no sólo va a alargarnos la vida, sino que hará que la vivamoscon más salud. Pero, por supuesto, es necesario no hacer (hablando mal y pronto) "bestialidades", y encarar el ejercicio físico teniendo en cuenta las limitaciones de estaedad. Algunas que podemos mencionar son:

Ante todo, tener una autorización de nuestro médico (o del médico de aquella persona mayor que pretendamos entrenar).

Eliminartoda actividad potencialmente perjudicial (deportes extremos, que impliquen caídas, etc.).

Darle mucha importancia al calentamiento y al ablande o vuelta a la calma.Trabajar a intensidades bajas (alrededor de 120 pulsaciones o entre 12 y 15 en la escala de Borg, aunque por supuesto esto dependerá de cada persona).

Buscar unapostura corporal y una técnica correcta ante todo (la base para evitar lesiones).

El trabajo siempre debe ser divertido o ameno, nunca un sacrificio (a estas edades ya no hayganas para sufrir, porque normalmente ya se ha sufrido mucho).

Evitar la maniobra de Valsalva.

La frecuencia de los entrenamientos debe ser de entre 3 y 5 días, y lassesiones de entre 30 y 45 minutos, no más.

Las actividades pueden ser variadas: marcha o caminata ligera (senderismo o trekking) aerobic adaptado, danza o baile (siestamos en la ciudad), etc. etc. Es cuestión de ver simplemente qué lo motiva. Incluso no es tarde para aprender cosas nuevas, como a nadar o andar en bicicleta si no se sabe.