la vaquita de san antonio
Un Día, se corrió en el pueblo la voz de que un nuevo vecino pronto se trasladaría a la comunidad. Sí, alguien misterioso había comprado la gran casa de la colina, una casa grande quehabía pertenecido hacía mucho tiempo ya, a una pareja de ratoncitos recién casados, pero que pronto debieron dejarla porque el número de hijos aumentó tanto que se mudaron a otra ciudad más grande. Por supuesto Mariquita fue de las primeras en enterarse de la noticia y también fue la primera en difundirla. Tal como lo ameritaba la ocasión, lustró su caparazón, se calzó su sombrero redondo, en elque lucía una flor fresca recién cortada de su jardín, levantó su bolso y salió a visitar a sus vecinas.
-¿Cómo le va Mamá Caracol? Hace mucho que no la veía y decidí pasar a tomar un tecito. Si no le importa claro.-
-Por supuesto que no Mariquita, adelante-
-...¿Sabía usted que se vendió la casa grande? Sí, no se sabe bien quien la compró, pero imagínese usted, debe ser alguien de mucho dineroporque no creo que haya sido muy barata...-
Y así fue visitando una por una a las vecinas de la aldea. Al final de la tarde Mariquita ya había tomado como quince tazas de té, todas en distintas casas.
Pasaron varios días sin que hubieran novedades sobre el nuevo vecino, y Mariquita, como toda chismosa, no daba más de la ansiedad por enterarse de algo nuevo. Pronto comenzó a dejar volar suimaginación.
-¿Será otra familia de ratones? No, no creo, seguro la casa pronto les quedaría chica, como le pasó a la familia Colalarga.- pensaba sola en su casa mientras se paseaba de un sitio a otro de la cocina. -Seguro es alguno de la corte del Rey, claro ¿quién sino compraría una casa tan grande? Ya me veo en un baile de gala en esos magníficos salones. Voy a tener que comprarme un sombreronuevo...
Y así siguió Mariquita durante toda una semana, pensando y pensando quién podría ser el nuevo vecino. Claro está que la versión del Noble y los bailes de salón fue la que más la convenció. Tanto que pronto comenzó a visitar a las vecinas contándoles esta historia que había creado en su imaginación como si fuera cierta.
Una mañana se armó gran alboroto en el pueblo, durante la noche todoshabían escuchado ruidos extraños. Es que en la noche anterior había sido la mudanza del nuevo vecino. Mariquita estaba mas alborotada que nunca y con su ansiedad estaba contagiando a todos. Raul Tortuguín habló así al pueblo.
- ¡Queridos Vecinos! Todos sabemos que mudarse de casa es trabajoso y cansador, y más cansador aun es poner la nueva casa en orden. Por todo esto les pido prudencia y respeto,dejemos que el nuevo vecino esté bien instalado y descansado antes de ir a molestarlo con nuestra presencia. Además estoy seguro de que cuando él esté listo vendrá a presentarse por si solo.-
Los vecinos entendieron las razones que les habían explicado y decidieron tener paciencia.¡Pero paciencia era mucho pedir para Mariquita!
Después de esperar un día, la ansiedad se hizo insoportable paranuestra amiga Puramancha y decidió que una sola visita no le afectaría al nuevo vecino. Se pulió el caparazón, se puso un sombrero igual al que tenía pero nuevo, agarró su bolso y se dirigió a la gran casa de la colina. ¿Sería un conde? ¿Tal vez un príncipe? Y encerrada en sus pensamientos fue caminando hasta la cerca del caserón.
Arreglándose el sombrero hizo sonar la campanilla y esperó con su...
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