LA VARIABILIDAD DE LA PERTENENCIA Calhoun
Páginas: 16 (3869 palabras)
Publicado: 16 de septiembre de 2015
LA VARIABILIDAD DE PERTENENCIA: UNA RESPUESTA A ROGERS BRUBAKER
Craig Calhoun
La generosa respuesta de Rogers Brubaker aclara mucho, pero plantea un rompecabezas intelectual: ¿en qué no estamos nosotros de acuerdo? Al igual que él, sospecho que estamos mayormente de acuerdo -y más de acuerdo entre nosotros que con la mayoría de otros campos. Si bien esto es una buena noticia- prefiero jugar enel mismo equipo que Brubaker - también me preocupa que mi representación de su trabajo sea injusta. Espero que no, pero voy a tratar de aclarar lo que está en juego, dónde estamos de acuerdo, y dónde puede que yo desee reclamar algo diferente (aunque no necesariamente contradictorio) que Brubaker. Al mismo tiempo, alentado por mis editores, voy a ampliar un poco en algunos aspectos relacionadoscon la importancia de las etnias.
Lo que está en juego para mí es la comprensión de las solidaridades sociales, especialmente las formadas a niveles entre lo que una vez fueron llamados "grupos primarios" (familiares directos y amigos cercanos) y la humanidad en su conjunto. Esto implica comprender las formas en que lo social es co-igual con lo personal, constitutivo de esto, y por lo tanto no sólolegítimo, sino también necesario e importante. Lo contrario también es cierto: que las personas constituyen lo social a través de sus acciones, y que aunque estas acciones no son nunca totalmente libres de los determinantes sociales, ellas nos ofrecen al menos un poco de oportunidad para dar forma a la realidad social, así como a nuestro propio lugar en el mundo social.
En otras palabras, comoseres humanos hacemos nuestras historias, pero la hacemos en condiciones que no podemos elegir, y tampoco de manera independientemente individual. Cada uno de nosotros es "social" mientras perseguimos nuestros fines individuales, y también en las ocasiones en que conscientemente perseguimos fines colectivos. Ser "social" implica ineludiblemente estar determinado por, ser dependiente de, y estarcomprometido con otras personas, con patrones de organización social y con la cultura. Podemos no reconocer a ninguna de estas determinaciones, dependencias, o compromisos - o sólo reconocerlos en formas distorsionadas; incluso si los reconocemos más o menos exactamente podemos quejarnos de ellos en vez de honrarlos. Pero son reales, tanto "objetivamente" como fenómenos en el mundo y "subjetivamente"como condiciones de nuestra propia acción. Por supuesto, la realidad puede ser captada de forma dinámica y procesualmente, no sólo de manera problemáticamente sustancialista.
Mi conjetura es que Brubaker estaría de acuerdo con todo esto. Pero mi preocupación es que en su crítica de "grupismo" (Brubaker, 2002) subestima la importancia de las colectividades particulares y adopta un lenguaje queoscurece la necesidad y algo de la importancia de lo social. No quiero decir que Brubaker aboga por un individualismo asocial (y si se entendió eso, pido disculpas). Tampoco creo que la mayoría de los defensores de la democracia cosmopolita piensan esto, pero me temo que los argumentos de éstos y los de Brubaker pueden alentar a tal punto de vista. Del mismo modo, Brubaker y Cooper (2000) reconocenclaramente que la particularidad es importante. Pero pienso que es tirado con la engañosa noción de que etnias, naciones u otros grupos sociales son internamente homogéneos, fuertemente limitados y auto subsistentes.
En concreto, creo que Brubaker subestima el papel constitutivo de la cultura y las formas en que el fenómeno general de arraigo humano en las relaciones sociales, también necesariapero desigualmente, toma la forma específica de arraigo en colectividades particulares.
La cultura juega un papel necesario "haciendo" personas, esto es, permitiendo a los humanos biológicos, ser humanos psicológicos y sociológicos. También permite el acceso entre nosotros y con el resto del mundo, a través del lenguaje, y al hacerlo, da forma a ese acceso y a las personas que participan en él....
Craig Calhoun
La generosa respuesta de Rogers Brubaker aclara mucho, pero plantea un rompecabezas intelectual: ¿en qué no estamos nosotros de acuerdo? Al igual que él, sospecho que estamos mayormente de acuerdo -y más de acuerdo entre nosotros que con la mayoría de otros campos. Si bien esto es una buena noticia- prefiero jugar enel mismo equipo que Brubaker - también me preocupa que mi representación de su trabajo sea injusta. Espero que no, pero voy a tratar de aclarar lo que está en juego, dónde estamos de acuerdo, y dónde puede que yo desee reclamar algo diferente (aunque no necesariamente contradictorio) que Brubaker. Al mismo tiempo, alentado por mis editores, voy a ampliar un poco en algunos aspectos relacionadoscon la importancia de las etnias.
Lo que está en juego para mí es la comprensión de las solidaridades sociales, especialmente las formadas a niveles entre lo que una vez fueron llamados "grupos primarios" (familiares directos y amigos cercanos) y la humanidad en su conjunto. Esto implica comprender las formas en que lo social es co-igual con lo personal, constitutivo de esto, y por lo tanto no sólolegítimo, sino también necesario e importante. Lo contrario también es cierto: que las personas constituyen lo social a través de sus acciones, y que aunque estas acciones no son nunca totalmente libres de los determinantes sociales, ellas nos ofrecen al menos un poco de oportunidad para dar forma a la realidad social, así como a nuestro propio lugar en el mundo social.
En otras palabras, comoseres humanos hacemos nuestras historias, pero la hacemos en condiciones que no podemos elegir, y tampoco de manera independientemente individual. Cada uno de nosotros es "social" mientras perseguimos nuestros fines individuales, y también en las ocasiones en que conscientemente perseguimos fines colectivos. Ser "social" implica ineludiblemente estar determinado por, ser dependiente de, y estarcomprometido con otras personas, con patrones de organización social y con la cultura. Podemos no reconocer a ninguna de estas determinaciones, dependencias, o compromisos - o sólo reconocerlos en formas distorsionadas; incluso si los reconocemos más o menos exactamente podemos quejarnos de ellos en vez de honrarlos. Pero son reales, tanto "objetivamente" como fenómenos en el mundo y "subjetivamente"como condiciones de nuestra propia acción. Por supuesto, la realidad puede ser captada de forma dinámica y procesualmente, no sólo de manera problemáticamente sustancialista.
Mi conjetura es que Brubaker estaría de acuerdo con todo esto. Pero mi preocupación es que en su crítica de "grupismo" (Brubaker, 2002) subestima la importancia de las colectividades particulares y adopta un lenguaje queoscurece la necesidad y algo de la importancia de lo social. No quiero decir que Brubaker aboga por un individualismo asocial (y si se entendió eso, pido disculpas). Tampoco creo que la mayoría de los defensores de la democracia cosmopolita piensan esto, pero me temo que los argumentos de éstos y los de Brubaker pueden alentar a tal punto de vista. Del mismo modo, Brubaker y Cooper (2000) reconocenclaramente que la particularidad es importante. Pero pienso que es tirado con la engañosa noción de que etnias, naciones u otros grupos sociales son internamente homogéneos, fuertemente limitados y auto subsistentes.
En concreto, creo que Brubaker subestima el papel constitutivo de la cultura y las formas en que el fenómeno general de arraigo humano en las relaciones sociales, también necesariapero desigualmente, toma la forma específica de arraigo en colectividades particulares.
La cultura juega un papel necesario "haciendo" personas, esto es, permitiendo a los humanos biológicos, ser humanos psicológicos y sociológicos. También permite el acceso entre nosotros y con el resto del mundo, a través del lenguaje, y al hacerlo, da forma a ese acceso y a las personas que participan en él....
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