La vejes y la sexualidad
Habitamos en un mundo donde las personas viven cada vez más años y con mejor estado de salud. Sin embargo,aunque la atención del adulto mayor ha alcanzado logros notables, en el tratamiento de la sexualidad en la tercera edad persisten actitudes retrógadas que son similares a las existentes desde siglosanteriores, y que tienden a rechazar o burlarse, y en el mejor de los casos ignorar, la existencia de necesidades sexuales en el adulto mayor.
A mucha gente se les hace difícil pensar que los hombres ymujeres de la tercer edad tengan todavía sentimientos, necesidades y relaciones de tipo sexual, y esto viene dado por los estereotipos sexuales existentes. En muchos casos o circunstancias, talescomo trastornos de la salud, pérdida del cónyuge, etc, se crea una base física y social real que justifica la inexistencia de actividad sexual, pero no quiere decir que en estas personas no continúe laexistencia del interés sexual.1
Los profesionales de la salud no estamos exentos de estos prejuicios socioculturales respecto a la sexualidad del adulto mayor, y hemos hecho poco por esclarecer y/oresolver los problemas que surgen en cuanto a la sexualidad de este grupo etáreo. La incorrecta actitud que niega la sexualidad en el adulto mayor puede tener 2 explicaciones:2
* La incorrectaasociación que se ha establecido entre la sexualidad y reproducción, mediante la cual se considera solo normal la actividad sexual en época reproductiva, y por tanto, los ancianos no tienen por quépracticarla.
* La existencia del prejuicio viejo es igual a enfermo, y que es tan fuerte, que se instala en todos e incluso en el personal médico que atiende a los ancianos (Andrea P.V. En la vejez...no es una tercera edad. Suplemento. Revista Holly News. Distribuidora TAPAC. Buenos Aires, Argentina, mayo 1993.).
Hay numerosos reportes acerca de que en la tercera edad se mantiene actividad...
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