La Venganza De Carlos Magno

LA VENGANZA DE “CARLOS MAGNO”
ATARDECIA en chalma. Era la víspera del dia de Reyes. Sobre las baldosas de cantera rosada que cubren el piso del atrio del Santuario, habían desfilado muchas“compañias” de danzantes: los otomíes de las vegas de Meztitlan ejecutaron, en su turno y al son de tamboriles y pitos de carrizo, el baile bárbaro de “Los Tocotines”.
La orquesta de tarascos llegada desdeTzintzuntzan ejecuto durante largas horas “Nana Amalia”, esa cancioncilla pegajosa que habla de amores y “suspiros”. los moros y los cristianos de coreografía descriptiva y complicada, simulabase unabatalla entre gentiles y “los doce pares de Francia”, que encabezaba nadamas que el “emperador Carlos Magno” ataviado con ferreruelo y capa pluvial, adereza con pieles de conejo a falta de armiños ,corona de hojalata salpicada de lentejuelas y espejillos, pañuelo de percal atado atado al cuello y botines muy gastados, sobre medias solferinas con rayas blancas, que sujetabanse con la jareta de lospantalones bombachos.
El resto de la comparsa lo integraban “moros” por un lado y “cristianos” por el otro los unos tocados con turbantes y envueltos en caftanes de manta de cielo, en sus manosalfanjes y cimitarras de palo dorado con mixtión de plátano; apuestos caballeros galos con lentes deportivos “niebla de Londres”.
El aspecto y el ademan de “Carlos Magno” ganaron mi simpatía lo segui entodas sus evoluciones, en su incansable ir y venir, en sus briosas arremetidas contra los infieles, en la arrogate actitud que tomo cuando los “huestes cristianas” habían disparado a la morisa y alrecitar con voz de trueno esta cuarte.

NUESTRA SEÑORA DE NEQUETEJE
Las indígenas de aquel lugarejo nequeteje de aquella aldehuela perdidas en las rugosidades de la sierra madre miraban y mirabancon admiración callada las laminas que despertaban en ellos excelencias y calidades agazapadas entre el moho y sus afrentas y el humazo de sus recelos. después del asombro, una reacción nueva que...