La venganza del condor
La coca
Apenas hubieron llegado a la puna, el guia indígena quiso volver atrás con un temor inexplicable.
Fue en vano que jacinto vargas le ofreciera la mas reluente de sus libras de oro peruano . el indio designo el sol declinante sobre una montaña andina:
En la nieve de la cumbre tenia color y chorreras de sangre. Como le bastara la ama tan seguro de su muerte corgio en la alforjaalgunas hojs de coca las matico en un momento hasta que su sabor amargo le hubi indicado el peligro de seguir adelante . sin mayores comentarios volvio grupas espoliando con el talon desnudo su mula, que trotaba sin ruido por esa branda de la puna.
Cuando jacinto vargas alcanzo al galote tuvo que levantar el latigo para que volviera el indio sumiso gimoteando y mostrando la luna pues dentraba yala noche se detuvieron a dormir en una rruinada cabaña de la cima.
todo el paisaje desamparado de las laderas de los andes se divisaba desde alli ; su vegetación amarillenta y rala hasta las cumbres , que afianzaban su trinchera de sombras contra los ultimos fuegos de la tarde. Un frio subito bajo de la nieve cuando e l dia sehubo apagado.
Envuelto en su poncho como en una frazada, jacintovargas se tendio en el suelo a dormir, después de haber atrancado la puerta de la choza .
Pero alas dos de la mañana el frio le hizo tiritar y penso, desesperandose que habia cojido una enfermedad llamo al guia en vano despertar aun indio encogido como una momia obra tan difil que se disponia a buscar en la sombr aquinina cuando noto rosear de su mano la lluvia seguramente.!caramba! su poncho estaballeno de sangre salto a la puerta para cortar la ariendas con su cuchillo y la allo entre bierta una alta luna remontaba como las cometas de los niños serranos, suavemente hinchada de viento entonces mirando la choza y la extensión infinita desperto , se estremecio con un largo escalosfrios el indio se habia fugado le abrio al partir las venas con un cuchillo una vena, ya la chicha vertida añadioseguramente un poco de chamico para que el sueño fuera invensible.
Publicado por deysi en 18:00 0 comentarios
Amor indígena
Amor indígena
¡Día rudo aquel por ásperas montañas! en las condonadas el rió blanco estrelladose en un bloque inmenso que en siglo atrás rodaba allá bajo por instantes en preciso detener las cabalgaduras en el sendero de un metro , rozando con la pierna roída por laslluvias, cerrado los ojos para no ver el barranco a donde doraron tantos caminantes . Después de una montaña, otra montaña, interminablemente, a lo lejos , las colinas de la puna violeta con sus cactus ejidos en la peña: tres hasta velludas como espejismo de verdura en el páramo . era en la sierra del Perú a dos jornadas de la costa en día soleado mis compañeros un señor feudal de los contornosleguleyo que iban a la capital me repetían en lengua quechua canciones empapadas de tristeza sutil como la puna. Aviemos emprendido la marcha o el alba o no veiemos el poblado esperado. A todos los indios del camino que pasaban con un zurrón al hombro pastoreando su rebaño de llamas le preguntábamos por el remoto caserío ellos se detenían lo mas lejos posible, como incrustándose en la peña saludabancon el fieltro en la mano, siervo de una raza inerven: guisito nomás taita y nuevas montañas y el frió frente, y en la hondonada una osamenta como una extraña abismo al torcer una cuesta los caballos se esponjaron brillosos y su relincho alegre apareció una respuesta a la campanita de la aldehuela próxima, la campanita petulante que se columpiaba en el campanario como un volatinero del azul. Elhacendado don Rosendo cabal, saco el revolver un lindo broineg, y disparo por regocijó contra una águila que rodaba en altura vertiginoso. Y alegre y majos espoleando los caballos nerviosos hicimos una entrada sensacional en la plaselueta de caserío, que celebraba la fiesta de su patrona. Hasta hoy nose cual era el padrono de la aldehuela. ¡Santa rosa me valga!.Estaba enamorado: desde la entrada...
Regístrate para leer el documento completo.