La venida del Espíritu Santo
Una realidad actual
La venida solemne del Espíritu en el día de Pentecostés no fue un suceso aislado. Apenas hay una página de los Hechos de losApóstoles en la que no se nos hable de El y de la acción por la que guía, dirige y anima la vida y las obras de la primitiva comunidad cristiana: El es quien inspira la predicación de San Pedro (Cfr.Hch 4,8), quien confirma en su fe a los discípulos(Cfr. Hch 4,31), quien sella con su presencia la llamada dirigida a los gentiles (Cfr. Hch 10,44-47), quien envía a Saulo y a Bernabé hacia tierraslejanas para abrir nuevos caminos a la enseñanza de Jesús (Cfr. Hch 13,2-4). En una palabra, su presencia y su actuación lo dominan todo.
Esa realidad profunda que nos da a conocer el texto de laEscritura Santa, no es un recuerdo del pasado, una edad de oro de la Iglesia que quedó atrás en la historia. Es, por encima de las miserias y de los pecados de cada uno de nosotros, la realidad tambiénde la Iglesia de hoy y de la Iglesia de todos los tiempos. Yo rogaré al Padre –anunció el Señor a sus discípulos– y os dará otro Consolador para que esté con vosotros eternamente (Jn 14,16). Jesús hamantenido sus promesas: ha resucitado, ha subido a los cielos y, en unión con el Eterno Padre, nos envía el Espíritu Santo para que nos santifique y nos dé la vida.
Es Cristo que pasa, 127-128Vivir según el Espíritu Santo
Vivir según el Espíritu Santo es vivir de fe, de esperanza, de caridad; dejar que Dios tome posesión de nosotros y cambie de raíz nuestros corazones, para hacerlos a su...
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