La verdad de la tortura en las democracias
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Pilar Calvario
La "verdad" de la tortura en las democracias
Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, vol. 14, núm. 2, mayo-agosto, 2008, pp. 75-94,
Universidad Central de Venezuela
Venezuela
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Revista Venezolanade Economía y Ciencias
Sociales,
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ias Sociales, 2008, vol. 14, nº 2 (may.-ago.), pp. 75-94
LA “VERDAD” DELA TORTURA
EN LAS DEMOCRACIAS
Pilar Calveiro
El Estado es solamente un poder que guarda en su seno posibilidades secretas y
terribles que a veces más, a veces menos, se disimulan o se moderan (…) un poder al que hemos de enfrentarnos, que hemos de civilizar, controlar, tener a raya e
impedirle en todo momento que sea lo que debe ser por su naturaleza: puro poder,
poder estatal, poder estatal total(…) (Por su parte) la democracia no puede o no
quiere estar a la altura del sistema de valores establecido por ella misma ( Kertesz,
2002, 38).
¿Qué es la tortura? Según la Convención de las Naciones Unidas contra la
Tortura, consiste en “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una
persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin
de obtener de ella o deun tercero información o una confesión, de castigarla
por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar
o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones pú1
blicas, a instigación suya, o con suconsentimiento o aquiescencia”.
Así pues la tortura, desde su propia definición, no se cataloga como una
conducta irracional o una suerte de aberración “perversa” de ciertos sujetos
disfuncionales sino como una política estatal (ya que es ejecutada, instigada o
consentida por funcionarios públicos) y orientada a la obtención de información, al castigo, a la intimidación o a la discriminación dedeterminados grupos
o personas. Es decir, la práctica de la tortura comporta una decisión política
que es asumida desde el Estado como parte de sus mecanismos represivos
institucionales.
En principio, parecería que la decisión política de torturar sería exclusiva de
Estados autoritarios y resultaría incompatible con el Estado de Derecho democrático, cuya legislación la prohíbe explícitamente. Sinembargo, la historia
reciente y el estado actual de los derechos humanos en el mundo desmienten
esta hipótesis. La expansión de las democracias globalizadas no ha desalentado la decisión política de torturar sino todo lo contrario y nos enfrentamos
hoy incluso a la exposición mediática y desvergonzada de dichas prácticas,
frente a la tolerancia y complicidad de las más “orgullosas” democracias. Por1
Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, 26 de junio de 1987,
www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/h_cat39_sp.htm (los subrayados son míos).
Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
su parte, se puede constatar también que los llamados procesos de “tránsito a
la democracia” después de las dictaduras del siglo XX, han mantenido una alta
tolerancia hacia la práctica de latortura, ya sea dentro o fuera de sus fronteras
nacionales. Es en este marco que me referiré al caso argentino, no como un
fenómeno acotado a las coordenadas geográficas y temporales del terrorismo
de Estado y sus secuelas, sino por sus reverberaciones en el contexto actual,
que consideramos democrático.
El caso Argentino
Cuando se piensa la tortura para el caso argentino, hay una referencia...
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