La Verdad En La Certeza De Si Mismo

VI. LA VERDAD DE LA CERTEZA EN SÍ MISMO.
La conciencia es diferente a ella misma con respecto a los modos de la certeza. El objeto no se muestra como se mostraba de modo inmediato en sí, sino como inmediato para otro. Una conciencia es ella misma su verdad, su objeto y lo verdadero. No sólo para nosotros sino para el saber el objeto corresponde al concepto, llamando concepto al movimiento delsaber y objeto al saber, pero como unida quieta o como yo. O, de otro modo, llamando concepto a lo que el objeto es en sí y objeto a lo que es como objeto o para otro, se sigue que el ser en sí es igual al ser para otro, porque el en sí es la conciencia.
1.- LA AUTOCONCIENCIA EN SÍ
La autoconciencia es el reino propio de la verdad. Considerando el saber de sí mismo con el saber de otro se tieneque son diferentes, aunque los momentos de este último se han conservado tal y como son en sí. El ser de la suposición ya no es como esencia sino como autoconciencia, como abstracciones o diferencia que para la conciencia son ellas mismas nulas o sino como esencias que tienden a desaparecer. La autoconciencia es la reflexión desde el mundo sensible y percibido, es regresar desde al ser de otro. Parala autoconciencia el ser otro es como un ser o como un movimiento diferenciado, aunque es también la unidad de sí misma y poniendo a esta diferencia como un segundo momento dado. La autoconciencia es conciencia en un primer momento, en este primer momento tiene que ver con el mundo empírico, y es autoconciencia cuando tiene que ver consigo misma, así el mundo sensible sólo es manifestación odiferencia de esta.
3. LA VIDA
Lo que la autoconciencia distingue de sí misma como lo que es tiene también en sí, en cuanto se le pone como es, no sólo el modo de la certeza sensible y de la percepción, sino que es ser reflejado en sí mismo, y el objeto de la apetencia inmediata es algo vivo. La determinación de la vida tal como se deriva del concepto o del resultado universal con que hemos entradoen esta esfera basta para caracterizar la vida, sin necesidad de seguir desarrollando su naturaleza, el ciclo se cierra con los siguientes momentos:
La esencia es la infinitud como el ser superado de todas las diferencias, el puro movimiento de rotación alrededor de su eje, la quietud de sí misma como infinitud absolutamente inquieta.
La independencia misma, en la que se disuelven lasdiferencias del movimiento, la esencia simple del tiempo, que tiene en esta igualdad consigo misma la figura compacta del espacio.
El ser no tiene ya el significado de la abstracción del ser, ni la esencialidad pura de dichos miembros, la de la abstracción de la universalidad, sino que su ser es cabalmente aquella simple sustancia fluida del puro movimiento en sí mismo. Pero la diferencia de estosmiembros entre sí como diferencia, no consiste en general en ninguna otra determinabilidad que la determinabilidad de los momentos de la infinitud o del puro movimiento mismo.
Tenemos como primer momento la subsistencia de las figuras independientes o la represión de lo que es la diferenciación en sí, o sea, el no ser en sí y el carecer de subsistencia propia. El segundo momento es la sujeción deaquella subsistencia bajo la infinitud de la diferencia. En el primer momento la figura subsistente es: como algo que es para sí o sustancia infinita de su determinabilidad, se aparece en contra de la sustancia universal niega esta fluidez y continuidad con ella y se afirma como algo que no ha sido disuelto e este universal, sino que más bien se mantiene al disociarse de esta su naturaleza orgánica ydevorándola.
La superación de la subsistencia individual es también su producción. Como la esencia de la figura individual es la vida universal y lo que es para sí es en sí sustancia simple, al poner en sí lo otro supera esta simplicidad o su esencia, es decir, la desdobla, y este desdoblamiento de la fluidez indiferenciada es precisamente el poder de la individualidad. Por tanto, la sustancia...