La Verdad

El amor de Dios es grande, único e incondicional. Él lo profesaba a través de las palabras; palabras llenas de amor, de comprensión, de aliento, de fortaleza. Era muy empático con las personas quele rodeaban y su amor se hacía presente en medio de la muchedumbre que le acompañaba. Su lenguaje oral y corporal era sencillo, claro y preciso. Las personas le escuchaban ya que era buen orador.Sus palabras eran como un río de agua viva para todos.

En la página noventa y ocho del capítulo quince, la autora habla sobre tener elocuencia cuando se habla. Este término es muy conocido, peromal aplicado o no tiene ninguna importancia para la gente. Hay que ser elocuente; tener elocuencia al hablar. Dios es sencillo, preciso, claro, firme y fuerte. Así debe ser el orador. Para llegaral corazón y a la mente del oyente, hay que tener elocuencia y por tanto, el receptor no estará intranquilo o aburrido con dicha ponencia por parte del orador.

Jesús quiere que las personas seanhumildes, sencillas, claras y precisas; sobre todo que sean elocuentes. El término elocuencia es expresarse en público de forma fluida, elegante y persuasiva. Hay que ser elocuente para poder llevar elmensaje con vivacidad y llegar al corazón del receptor.

Jesús utilizaba las palabras para llevar un mensaje con claridad, precisión, y sobre todo con una simpleza increíble. Él quería que laspersonas entendieran lo importante de lo que es el regalo que le da la humanidad, la vida eterna. Por eso, Jesús hablaba de una forma que hasta los pequeños pudieran entenderlo. Trascendía corazonesaquellas palabras, junto con la voz; utilizaba un tono de voz sutil y muy humano para que las multitudes y todo el que le rodeaba o llegase a escuchar de él pudiera entenderlo. Tenía seguridad yseriedad en las palabras. No hacía mucha redundancia. Le gustaba llegar al punto de cualquier tema a tocar en sus discursos. Explotó su don de una forma positiva cuando se vistió de humano.

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