LA VIDA DE ARIST TELES
A los dieciocho años entró en la escuela de Platón, en Atenas, donde permaneciódurante diecinueve años, hasta la muerte de aquél. No es necesario suponer que fuera una atracción particular hacia la filosofía lo que lo vinculó a la Academia; iba buscando allí simplemente la mejor educación que Grecia podía ofrecer. Cualquiera haya sido el motivo que lo unió a esta escuela, es evidente que la filosofía de Platón ejerció sobre su vida una influencia decisiva. Era imposible queun espíritu tan poderoso como el suyo aceptara implícitamente todas las doctrinas de Platón. Gradualmente, Aristóteles percibió graves diferencias en puntos importantes. Pero, a diferencia de sus obras científicas, no hay una página en sus obras filosóficas que no lleve el sello del platonismo. Aun cuando ataca tal o cual doctrina platónica particular, se coloca entre aquellos a quienes crítica yles recuerda sus principios comunes.6 Como otros grandes hombres de la Antigüedad, no escapó a los calumniadores. Fue acusado más tarde de conducta insolente hacia Platón. Durante algún tiempo fue favorito de Platón y lo llamaban "el lector" por excelencia, y la "inteligencia de la escuela". Más tarde, cuando sus puntos de vista comenzaron a divergir, sus relaciones se volvieron menos cordiales.Pero, mientras Platón vivió, Aristóteles se mostró miembro leal de la Academia. En un pasaje conocido 7 habla con delicadeza de la pena que le causa el deber de criticar amigos tan queridos para él como los de la escuela platónica.
No debemos suponer, sin embargo, que durante estos veinte años fuera simplemente un alumno. Estas escuelas de filosofía de la Antigüedad se componían de hombres unidospor un espíritu común y que tenían las mismas ideas fundamentales, pero que perseguían cada uno sus propias bús- quedas con un espíritu de relativa independencia. En particular, se puede admitir la suposición de que durante estos años Aristóteles llevó sus estudios de ciencias naturales mucho más lejos de lo que podría haberlos llevado Platón o algún otro miembro de la escuela. Parece que tuvocursos, pero quizá sólo de retórica, y en oposición a Isócrates. Es poco probable que haya estudiado con este último, pero su estilo fácil e igual, tan bien adaptado a la expresión exacta y sin redundancia, y con una dignidad a veces impresio- nante 8, permite suponer que se debe en gran parte a "este anciano elocuente", cuya influencia en el estilo griego y latino ha sido tan grande. No hay...
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