La Vida De Mexico En 1810
La
Vida de Mexico en 1810
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LIBRERfA DEDE C. BOURET
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COMO ERA LA CIIJDAD ENTONCES
Las calles y los coches. - Carros, cabailos y peatones.
Méxicoen i8ioprcsentaba tin aspeeto bastante diferente at (le ahora, en las plazas, en los edilicios calles, ell en las tiendas (IC cornercio, an iiqne liov COIISCVV8 todavia muchas cosas quo hall 1)CrSiSti(10 Sill Ca ml)ia r (let totlo. ?l,s (IC cuatrocientas callcs y calleJones tefliaen tonces la CIU(l8(I , (jtIC OStell talian CII 18S CS9I11UiIS, Y en placas de barro vidriado con negros caracteres del siglo xviii, los notnbres pie los liallian imptiesto ; y CSO Si, Ia mayor pa rte cian anchas, espaciosas y tiradas a coi'dcl. Las aguas (plC procedia fl (IC las II uvias caia n resba lan do hacia el arroyo, (lon(lc estaban las a tarjeas : los empedrados presentaban on marcadodcclivc (lesde la banqueta hasta ci centro (IC In cat Ic ; (led ive ciue a VCCCS pa recia CSCiI rpala loma , con graiides d fereticias de U na a ot F8 Ca tie; y los pavilnen Los (IC mal aspecto é incómodos zi toda cias
de trati nscn tes, porqne para a nda i • por ellos, se fucra a pie, i caballo ó en coche, habia que subir v bajar, 'von do los caballeros Con sumas precauciones A flu (IC no caercon cabalgaduras y 10(10, C iflcliflafl(IOSC los coches, a diestra ( siniestra, seglin ci lado de la via que recorriera ii. 'V las l)au( 1 110t8s? (:on exCepCi()n (IC las que rodeaba n ci atrio (IC la Cated ra I, eran las restantes iiiis o rncnos dclectuosas. ligeramentc irielinadas, inuy angostas, de losas dilerentes en color y tama io, lisas, sc1)aradas entrc Si, COflvexas, v Ii in itadas tieLreCh() en I reehti por onus pilarcillos qiic lueron la eterna 1)esadilla (IC ilileStroS l)iSal)LICIOS plies Ins tales pilarcilios. (leCian, (( son perj U(liCiu I isi mos, asi porque cst rechan Cl p85() poe las liaiiquctas, ('0)110 por- (jLIC il Luthis lInenS, (IC !1OCI)C y (IC (118, estan las gcntcs tropCzando coil lasti ma udose gravemen Ic ias pierlias In que los prccisa a aiidar sicinpre Coil11111 CI)() CU i(lad() j)0I' las bi tit1tiC Las, par evitar tales acciden tes, no bastando todavia esto, para libertai'se siem-
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La Vida de Mxico en i8io.
niefliOs, y it inetlida qiic cI lujo iba n au mcii to, crecia cI linen gusto en C1 10S, ii las pcsa(las Lai las (IC los a ii tiguos forlones y carmozas, hahn stare(11(10 In scncillez en los ndornos: i las antiguas molduras,los mejores cliaroles, compnrablcs ii los bamnices cxtranjeros; porquc Cs (IC n(lvertir, (1LIC ya por aquella fecha se labricaban coehes en M'xico y en In casa do D. Manuel Tolsa'. Crecido tanihién era ci nurncro do carros (1ue titanamente recorrian Ins cahles , incomodando con cl muido infernal (IC SU trafico, cimbraudo Ins C(lilicks con to pesado (IC Ins cargas, cstropeando el cmpedrado, ycausando no poca alarma ;I buenos habitantes de aquellos tiempos. Los carros iban timados por cuatmo mulas, col mados do piedras, sacos (IC Itarina, tcrcios de azuicar, barriles (IC vino I) de puique, y los mas a de una pomcion de vigas, y encirna de ellos ci conductor, quc conservando tin perfecto equilibrio con Ins rodil (as, un poco oncorvado y separa(los los pies, con In nun niano (lirigia losbrutos y en In otra ilevaha una,. vara larga con su corderillo, qUO en ci remate lenin atada unit pcqueiia piedra, In. quc Ic servia (IC latigo . . . > Et carros cameclan dc lanzas ; y ahi era tIc verbs rodar como desbocados en his baj adas dc los pue n tes Ali ! Los puentes todavia cruizahari muclias vms para dam paso sobrc Ins antiguas acequias u canaics; estas acequias habian sido CI Icgado de In...
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