La vida de una amish


G.D. Pérez


La vida de una Amish



I.
Mi deseo, mi gran pero gran deseo; no solo puedo llamarlo tan solo deseo un gran sueño entre sollozos y despertares que aún no puedo dejar atrás, ¡soñar! ese podría ser algo más, ver hacia adelante, triunfar, lograr, imaginar, ser mas de tan solo cacharros y platos que lavar… e intentar ser alguien en el mundo ¿pero cómo puedo lograrlo? aún nosé cómo valla a reaccionar mi madre de esto, la única persona que me comprende, es solo una mujer ``Kelly´´ ella desde que nací supo que no pertenecía aquí que debía irme y encontrar la mejor manera de vivir, si ella, me comprende mejor que nadie.

Dormida en un gran pero profundo sueño en el que no logro despertar, escucho voces a mi alrededor una mujer gritando y un hombre discutiendo quepor un instante creí sentir real esa voz; un gran hombre que todavía en la edad que tengo lo extraño; pero si recuerdo todo ese alboroto al cual se trataba era de mi PADRE… no solo recuerdo esa despedida que me arranco completamente el corazón, también recuerdo lo que me dijo: ``mi amor… me voy, papá lograra conseguirte una mejor vida, espérame te juro por Dios que te vendré a ¡BUSCAR!´´ esa palabraretumba en mi cabeza ¡BUSCAR! ¡Nunca apareció!, ¡nunca volvió! y ¡nunca vino a “buscarme”! y lo peor fue que lo juró, recuerdo que tan solo tenía diez años cuando se fue, solo para buscar una “mejor” vida… supuestamente murió o puede que hasta este en la cárcel por problemas de los otros humanos, así me gusta nombrarlos porque sencillamente ¿no sé cómo son?


Al despertar, me aferro a mi camapensando en cada palabra que le diré a mi madre ``Katherine´´ porque es obvio, no me quedan más días aquí, solo quiero irme para hacer mi “sueño” realidad… claro es un poco estúpido “soñar” a veces ni se hacen realidad. Al levantarme voy al baño ``el único lugar en el que me relajo bien´´ después, seco todo mi cuerpo (figura y curvas delgadas, piel que se ruboriza fácilmente, cabello rojizo, ojoscomo los de mi padre y labios como los de mi madre)… mi abuela ``Kelly´´ siempre dice cosas como `` ¡tienes un cuerpo de modelo!´´ ella dice que son mujeres que compiten por una corona, o algo así como un premio grande el cual las nombran reinas de la belleza.., bueno, para resumir son pocas cosas que se pueden encontrar en aquel lugar llamado “Ciudad”. Aquí en el sur de California un pueblocompletamente alejado llamado Circles Black, donde los Amish somos un grupo pequeño que se sostiene con movimientos agrícolas y cosechas para alimentar al pueblo (completamente sin electricidad, “o esa cosa que utiliza el otro humano”), aquí es normal que utilicemos velas para iluminarnos la noche, entretenernos con pocas cosas que tengamos y vestidos de una forma diferente; así que podríamos decirque es una religión, que prohíbe muchas cosas, pero si te vas de este lugar seria como romper una regla y defraudar a tu familia, por ese motivo a los dieciséis años te dejan tomar la decisión que marcara el destino de tu vida; yo como no entendía eso, y ni quería casarme tan temprano, no acepte que me bautizaran, tan solo seguí con la manera de vivir de mi familia.
-¡Khristine…..! ¡Ven hijatenemos trabajo que hacer!- me sobresalta la voz de mi madre, para comenzar la rutina de todos los santos días, ya que si eres Amish tienes que aceptar el trabajo, por motivos que no quiero ser ama de casa y tener un esposo que te diga siempre lo que tienes que hacer, hasta comenzar a tener críos.
-¡ya voy madre!- pienso.

Al salir de la habitación, bajando las escaleras de esta pequeña casade tan solo dos pisos y pocas cosas a su alrededor (solo las adorna esos hermosos cuadros del tío Oswald. Un gran pintor de este pueblo que se inspira en la naturaleza de este, pequeños arroyos, prados y bosques. Solo puede hacer pocas cosas porque los Amish no permiten hacer muchas artesanías), entonces me encuentro paralizada en uno de mis mejores recuerdos, cuando solo habían pasado dos...