La Vida En Gris

Si algo está claro hoy en día es que los seres humanos tomamos decisiones circunstanciales e inmediatistas, pero que como no vemos los efectos en el corto plazo, creemos que no nos afecta.Desafortunadamente la reacción es tardía y es por esto que cuando sucede, creemos que una cuestión de forma y no de fondo, de la trayectoria de una decisión retraida. Esto lo digo a propósito de laconmemoración de los 100 años del tratado de la lucha contra las drogas.

Podemos imaginarnos hace 100 años cómo sería conseguir opio, marihuana, cocaína y otros alucinógenos en estantes compartidos con unaaspririna o un jarabe para la tos. Algunos pensarían que sería mejor consumir opio que un antigripal debido a la composición química de la segunda.
El caso es que hace 100 años se empezó a librar unalucha sangrienta sobre quién debería tener la razón, si los que aprobaban o los que desaprobaban el consumo.
¡Y mi país Colombia si que sabe de esto! Es uno de los que mas ha sufrido por esta lucha, lacual se convirtió después en terrorismo y hoy en día es llamada conflicto interno. Sea cualquier el nombre, lo cierto es que la sangre se volvió un ingrediente esencial para la fabricación química delos estupefacientes, pues sin derramar sangre no hay droga.
Errores muchos se han cometido a través del tiempo y lo peor es que aún se siguen cometiendo y aunque no soy partidario de la nueva olaantiimperialista, si tengo claro que los países mas desarrollados han tenido la cultura de la hipocresía frente a éste tema, pues mientras los países productores como Colombia nos piden que nos matemosunos a otros para acabar con la droga, ellos la consumen tranquilamente en la comodidad de sus hogares.

Entonces, ¿que ha fallado? Simple. En creer que la prohibición va a hacer que el ser humano seolvide de consumir estas cosas. Los hombres y las mujeres somos ambiciosos por naturaleza, siempre he creído que tenemos una parte irracional y salvaje, que sale cuando nos tocan puntos neuronales...