la vida en la pradera
Carlota, a pesar de ser feliz surcando los cielos, se sentía muy sola pues no tenía familia.
Un díavoló muy lejos muy lejos y cuando se quiso dar cuenta estaba sobrevolando un paraje que núnca antes había visitado. Eran las costas de Groenlandia, cubiertas de nieve y hielo. Abajo, un grupo depingüinos, una familia numerosa, iban de un sitio para otro con sus graciosos andares. Se quedó mirándoles desde el cielo y finalmente se decidió a bajar a tierra.
Andando por el hielo, ya algo blanditopor el incipiente verano, recorrió el lugar dejando las huellas de sus patitas a su paso. Entre todos aquellos animalitos que parecían vestidos de gala, se encontró con un jóven pingüino que la mirabacurioso. En seguida se hizo amiga del jovencito pingüino, que se llamaba Rufino. Rufino era el más pequeño de la familia.
Ambos charlaron durante horas, conociéndose el uno al otro, hasta que elpingüino dijo a la gaviota:
- Como me gustaría poder volar como tú
La gaviota le contesto:
-Si, yo puedo volar y es muy divertido, pero envidio el que tu tengas esta gran familia que yo notengo.
Los dos se quedaron pensativos y de repente el pingüino dijo:
- ¿ Porque no me enseñas a volar ?Si, yo puedo volar y es muy divertido, pero envidio el que tu tengas esta gran familia que yono tengo.
Los dos se quedaron pensativos y de repente el pingüino dijo:
- ¿ Porque no me enseñas a volar ?
- Yo no puedo hacer eso - dijo la gaviota - ya que tu nunca volarías, pero conozco aalguien que podría hacer que volaras.
- ¿ En serio ? - exclamo el pingüino emocionado - ¡ yo quiero volar ! ¡ yo quiero ! - grito dando pequeños saltitos.
Carlota puso su ala encina del hombrode Rufino y le dijo:
- Espérame aquí, regresaré pronto, en unos días estaré de vuelta.
La gaviota Carlota emprendió el vuelo y se alejo volando mientras Rufino la miraba embelesado.
Al...
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