La Vida En Las Calles
“Tatán” tampoco conoce amigos, aunque los recolectores de basura o cartones suelenverlo en la noche por 21 de Mayo, cerca del Mc Donald’s donde duerme o en la calle Velásquez donde se tapa con unos cartones cuando lo vence el sueño.
Son lasdos de la mañana y al pasar por el sector del Mc Donald’s, uno de los símbolos quizás del consumismo y la venta de simpáticas ilusiones con la Cajita Feliz -enuna curiosa paradoja con lo que ha sido la vida de “Tatán”- encontramos a unos taxistas del paradero y a ellos les preguntamos por el niño-joven que duerme en ellugar.
Según nos cuentan, el pequeño adolescente, anda siempre a esa hora registrando los teléfonos tratando de obtener algunas monedas, las mismas que a otraspersonas les sobran a raudales y usan para obtener más ganancias.
Cuando nos estamos retirando, divisamos su figura triste cargando sus harapos del cuerpo y delalma, viniendo desde la Plaza Colón, y acompañado de algunos infaltables perros de la noche, los que fielmente lo abrigan en estas noches ariqueñas que cada vezse van poniendo más frescas.
Intentamos una conversación y foto con él, pero sus canes reaccionan y él, desconfiado por naturaleza y por todo lo que ha tenidoque vivir en su corta existencia en la calle, huye rápidamente al sentir el flash que rompe el silencio que a esa hora reina en el paseo peatonal 21 de Mayo.
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