La Vida, La Muerte, La Angustia

“No hurguéis donde no duele”…Adolph Meyer
Si la meta de la psicoterapia es crear esperanzas en el individuo ¿por qué destruírselas mediante la invocación de la muerte? ¿Por qué no dejar la muerte para los moribundos?
La muerte es un hecho que duele siempre, nuestras actitudes hacia ella influyen sobre nuestra manera de vivir y de crecer, sobre nuestras vacilaciones y enfermedades.Proposiciones básicas, importantes en la práctica de la psicoterapia:
a. Interdependencia entre la vida y la muerte: Existen en forma simultánea y no consecutiva; la muerte late continuamente bajo la membrana de la vida y ejerce una enorme influencia sobre la experiencia y la conducta.
b. La muerte es una fuente primordial de la angustia y, como tal, es un manantial primario de material para lapsicopatología.
De las verdades más evidentes de la existencia es que todo se desvanece y que la desaparición de las cosas nos produce temor, y nos vemos obligados a vivir enfrentándonos a ambas.
La muerte está unida inexplicablemente a la vida y su consideración permanente enriquece la existencia y no al contrario. Aunque el hecho físico de la muerte destruya al hombre, la idea le salva. ¿Cómo salvaal hombre la idea de la muerte? Y ¿De qué la salva?
Heidegger (1926) llegó a la conclusión de que el ser consciente de la muerte actúa como una espoleta (detonador) que nos hace saltar de una manera de existir, a otra superior y que hay dos maneras fundamentales de existir en el mundo:
1. Estado de descuido del ser (conocido como inauténtico): se encuentra sumergido en el mundo de las cosas yen las diversiones cotidianas de la vida (se mantiene en un nivel inferior, perdido en los demás), se rinde ante el mundo cotidiano, ante la manera de ver las cosas; la persona no se da cuenta de la responsabilidad que tiene hacia la propia vida y hacia el mundo, procura tranquilizarse y dejar de elegir.

2. Estado de cuidado del ser (conocido como auténtico): No se maravilla por la manerade ver las cosas, sino por el hecho de que existan. Este estado generalmente se conoce como “modo ontológico”, solo de este modo nos ponemos en contacto con la creación de nosotros mismos. El ser capta sus propias posibilidades y límites; se enfrenta a la libertad absoluta y a la nada y experimenta angustia frente a las dos.
¿Qué tiene que ver la muerte con esto? Heidegger comprendió que hayciertas condiciones inalterables e irremediables, ciertas “experiencias urgentes”, que nos conmueven y sacan de nuestro anterior estado de existencia cotidiana (situaciones límite), para llevarnos al superior, la muerte es incomparable, es la condición que nos permite vivir la vida de manera auténtica. Cuando se excluye la muerte, cuando se pierden de vista los riesgos, la vida se empobrece “se vuelvealgo”, escribió Freud “tan superficial y vacío”.
Júpiter está contando a Mercurio sus experiencias cuando se disfraza de formas terrenales para hacer el amor a alguna mortal:
“En algún momento, ella emplea pequeñas expresiones que ahondan el abismo que nos separa…Dice cosas como “Cuando yo era niña” o “Cuando sea vieja” o “Nunca en mi vida”…Esto es para mí como una puñalada, Mercurio…Nos hacefalta algo, Mercurio…la intensidad de lo transitorio, la amenaza de la mortalidad, esa dulce tristeza de alcanzar algo que no se puede retener…”
No deseo participar en un culto necrófilo, ni abogar por una postura morbosa de negación de la vida. La integración de la muerte a la vida, os salva; en lugar de sentenciarnos a una existencia de terror y pesimismo, actúa como catalizador para impulsarnosa un modo de vida más auténtico y relaza el placer y el disfrute de nuestra existencia.
Enfrentamiento con la muerte: cambio de la persona
Algunas obras literarias importantes, han pintado los efectos positivos que producen en el individuo la proximidad de la muerte. Guerra y Paz de Tolstoi refleja de forma excelente como la muerte puede provocar un cambio radical de la persona; Dostoievski,...