"La Vida Que Nos Quedo" Obra de teatro.

Esta semana vimos “La Vida Que Nos Quedo”, esta obra me pereció de carácter moralista,
y es precisamente este tema en que me gustaría desenmarañar un poco, en carácter sofista
logrardescriminalizar los actos de nuestro mal protagonista al que le esperaba un mal final.
Casi todos nos volvemos moralistas en algún momento, claudicamos en reglas o principios
que no nos llegamos a siquieracuestionar. Humanamente nos encanta ser jueces, y
atrincherarnos en nuestras reglas, ya sean absurdas, universales o intimas. Como sociedad
nos inclinamos a radicalizar, a condenar, pero esta conductano es nueva, no es atribuida a
ninguna identidad contemporánea, va de leprosos a brujas, a homosexuales, o cualquier
controversial moda de lo “no aceptado”.
Los 40s y 50s fueron las décadasmoralistas por excelencia en la nación mexicana, ya que
el moralismo no se queda en este afán de régimen ético, si no que toma forma en el
ocultismo, en el buen mexicano que en estas décadas podía tener2 mujeres, 2 familias, y
las 2 mujeres lo sabían pero nadie lo castigaba, ni lo perseguía, (En mayor medida en estos
años, ahora no es nulo, pero es más complicado ¡LA CRISIS!) al contrario almorir el
hombre habían más ojos llorando y mas bocas aclamando lo bueno y recto que fue.
Y así jugamos a todas las variables de nuestra doble moral, al “tal vez no lo hice bien, pero
él lo hizo peor”y lo hacemos desde la más tierna infancia, llegando a casa con ese examen
con 4 ingeniosamente diciendo que los demás sacaron 2. O en la adolescencia
aclamándonos despreocupadamente al no ser laBiblia uno de los libros que nos dejo
marcados.
Pero, ¿qué pasaría si todas estas historias de telenovela que nos muestran los medios se
ubicaran en la Francia de Julieta o el vicio ampliamenterecompensado? Si cambiáramos
esa gran costumbre y todos los roles se invirtieran y los leprosos nos hubieran aislado y las
brujas nos hubieran condenados… si no es que las cosas ya son así.
Y nos...