la vida simple

A veces nos vemos como un triste reflejo en un espejo lleno de decepciones y derrotas. Porque en ese mismo instante somos versiones infinitas de un momento crucial,espejismos en una niebla de incertidumbres. O quizás simplemente somos una consecuencia de un pensamiento reminiscente.Podemos sentirnos como un beso de eterna despedida, como unamirada esquiva, como un roce casual que sabemos jamás llegará a nada más.

Podemos brotar dentro de unas lágrimas tan pesadas y amargas que en su descenso dejaron marcadosu cauce en nuestro rostro en forma de arrugas.

Podemos ser como una sombra intentando alcanzar la luz, muriendo en el intento, en vez de saber que existimos gracias asu ínfima distancia.

Todo se siente así porque hemos ignorado todas las circunstancias, los hechos, las decisiones y las consecuencias.
Porque de repente todo llega comouna corriente abisal que nos arrastra a lo más profundo de nuestros temores.

A veces ves en el reflejo de tu mirada que estás hundiéndote lentamente en ti mismo, y puedesreaccionar.

Lo sabes cuando lo que ves no es lo que quieres, cuando lo que sientes no es lo que debes, y cuando lo que piensas no es sensato.

¡No cambies de espejo!Intenta que el reflejo sea más digno y menos ajeno.
Intenta que la mirada sea tan cristalina que no proyecte nada, que tan sólo sea transparente para verte tal como eres.Intenta subir a la superficie alejándote de un pesimismo cargado de miedos. Asume que no todos los pensamientos se han de convertir en acciones, ni las acciones forzadasen una definición de ti.
Asume que somos un oceáno con mareas vivas, inestable, pero que siempre hemos de hacer un esfuerzo para mantener lo que más valoramos a flote.