la vida simplemente
Esto sucede todos los días. Siempre hay rostros asomados a las ventanas a las tres y quince de la tarde. Siempre hay manos que saludan y manos queresponden. Siempre hay una mujer triste que ya no aguarda nada y que contempla, sin embargo, cómo pasan los vagones por frente a sus ojos que se cansaron de mirar la vida.
La calle es una cosaolvidada por los que viven más al centro. Tiene casas por un solo lado, y el viento del sur, tras galopar por lospotreros libres, viene a estrellarse en ella como en un gris tajamar. Hay paredes ruinosas portodas partes; perros echados al descuido sobre la tierra caliente; matas de zarzamoras, yuyos, achicorias y un agua que corre pesadamente por sobre un lecho de cieno. El viento del invierno zumba ysuba en los alambres que van por el lado de la línea. Y éste es el latido de la calle, su pulso quejumbroso.
Entre las casas, hay una pintarrajeada de amarillo y café, con un farol de lata y vidriosazules colgando a su puerta. Hacia adentro sigue un pasadizo que desemboca en una vasta sala. El piso está cubierto por una alfombra llena de roturas. Hay un piano veteado de manchas, con un...
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