La vida y la muerte en la literatura
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
U.E. CARABOBO
VALENCIA - CARABOBO
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Lic. DEISYMAR ÁVILA
LA VIDA Y LA MUERTE EN LA LITERATURA.
No podíamos no tomar la muerte como tema. Era obligado y atractivo porque la gran ausencia es omnipresente en el arte, especialmente en la literatura. No hay prácticamente un solo escritor que nohaya tocado el asunto de la muerte, de una forma o de otra, en su obra. A veces sin mencionarla, sugestiva, ocultamente. A veces con referencias atroces. A veces de una manera natural, como algo que se sabe habitual en toda vida. Ya sea tratándola de poderosa, como Neruda o de respetable, como León Felipe o aún de prostituta, como Gorostiza. Como un ingrediente cotidiano de la vida, como lo haceShakespeare con inigualable maestría. Mirándola como final de todo, a la manera de Goethe y de Manrique. Poniéndola como una hora fija que se repite hasta el vértigo, en la visión poética de García Lorca. Usándola como pretexto de reflexiones capitales, como el Artemio Cruz de Carlos Fuentes. O, incluso, referida a un objeto simbólico por demás inusual, como el cadáver de la Úrsula muerta y momificadade García Márquez. No hay límite ni contorno. No hay figura, por más que nos la representemos como una horrible mujer descarnada que porta una guadaña inmensa y feroz. La muerte es infinita, amorfa y oscura. Intangible. Su secreto es que no existe en sí misma, es ausencia de vida.
Como tema literario, la muerte es, a un tiempo, tema y trasfondo. Asunto y contexto. Comparte con el tiempo laextraña dualidad de la existencia en la existencia. Todo es en ella, ella es en todo. Por decirlo así, es como la sombra de un fantasma y el fantasma mismo en una sola unidad inseparable e inmanente. Es final con transcurso y con precedente. Término, principio y recorrido. Todo a un tiempo. Y a un tiempo, la nada.
El hombre piensa la muerte como drama porque intuye que la vida es un don que en lamuerte y por la muerte se pierde para siempre. Y ese sentimiento es más fuerte que la convicción de que hay vida más allá de la vida. Es más imperioso e inmediato que ella, aunque ella permanezca en el fondo del pensamiento y se agarre para siempre a las vértebras y a los nervios. Después, el tiempo se hace cargo de que la resignación se apodere de la conciencia y le reste fuerza al dolor por lapérdida de lo tangible. El escritor alterna estas condiciones íntimas del hombre, las equilibra, las enhila, las superpone, las combina y va más allá, se preocupa por la muerte como proyecto, como sueño recurrente, como fatalidad a plazo lejano o como angustia y miedo constantes durante la vida.
También la ve como juego porque el escritor es, por naturaleza, atrevido y lúdico y se divierte con lascategorías más severas. Lo hace como un retozo a veces desgarrador, pero menos agraviante que la vida. Sólo puede jugar este juego estando fuera de él mismo, es decir, mientras vive. Pero no por ello lo juega torpemente. Al contrario, hay páginas deslumbrantes que nos llenan de regocijo ante la aterradora idea de la muerte. Por eso la muerte sobrevuela toda obra literaria y vigila su decurso desdedentro y desde fuera. Más que vigila, tal vez debió decirse enseñorea, ocupa, invade, domina, se desparrama en el espacio y en el tiempo.
En México, la muerte tiene una imagen festiva y popular muy arraigada. Aquí inventamos el género literario de la Calavera, el epigrama jocoso, de intención crítica, caricaturesca, que supone causas risibles y consecuencias humorísticas de la muerte ficticia de unpersonaje al que se quiere denigrar o halagar. Pero además de esa manifestación tradicional, de aliento popular, en nuestra literatura, como en todas, la gran ausencia juega un papel protagónico y escénico. De árbol y paisaje al mismo tiempo.
No hay literatura al margen de la muerte. Está presente en Cervantes, Cortázar, Borges y Rulfo. Está en Villon, en Baudelaire, en Verlaine y en Aragon....
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