LA vida

Prólogo: Margaritas








La luz del sol interrumpe el sueño de Kyungsoo, se refleja en algo frío y salado y tal vez involucrando talones que se meten entre el traslape del océano y laplaya. Él se da vuelta y la arena mojada se transforma en sabanas frías.
Cuando abre los ojos, el coctel de alas de gaviota y tonos de azul es remplazado por un techo, metros muy bajo, una pequeñaventana al final de una habitación estrecha y un piso de madera astillado bajo una alfombra desgastada. Es su pieza, aunque no esta igual que ayer porque hay notas adhesivas verdes pegadas en cadacentímetro de cada pared que no recuerda haber puesto. La segunda piel de textos, diagramas, números y fechas de colores. Una briza levanta las cortinas y mueve las notas, toca una melodía en el tono deaplausos de papel garugando.

La vista es poco familiar pero no extraña, como si fuera algo que ya pasó una vez pero que logró zafarse de su memoria. Tal vez ha pasado un día entre ayer y hoy. Tal vez hapasado más de un día. De alguna forma sabe que no tiene que leer las notas para saber que ellas explicarán cuantos días han pasado y que es lo que debe hacer hoy.

Pero las pequeñas pizcas de notasamarillas entre las verdes, algunas en el piso, otras en la pared o en la mesa e incluso una en su almohada junto a él, es lo que mas le llama la atención. La letra es distinta. No tienen fecha. Sólopalabras.

Kyungsoo se levanta lentamente, llevando sus manos a apoyarse en la mesa como lo hace habitualmente, mientras sale de su cama. La alfombra peluda bajo sus pies descalzos, el aroma delcafé de las 6 de la mañana preparándose en el restaurant de abajo gentil en su paladar. Levanta la nota amarilla en su almohada y la lee, “Tu nombre es Do Kyungsoo. Tienes pérdida de memoria a cortoplazo, amnesia anteroalgo, asique no recordarás que pasó anoche. Pero déjame ayudarte.”

Y en la almohada de al lado. “Anoche puse mi cabeza en esta almohada y mis brazos alrededor de tu cintura. Mi...