La vida
Sé que no es lícito escribir cuando uno está muerto y quizás me condenen por ello. Siempre fui un alma intranquila y ahora, a un par de metros bajo tierra, además de intranquila la tengo a la pobre soberanamente aburrida. Os agradezco enormemente el detalle de enterrarme con mi pluma y un bloc a estrenar de mi marca favorita, de esos de alambre ancho en losque no se encasquillan las hojas al pasarlas. Podría decir que os estaré eternamente agradecido, literalmente.
Sé que para vosotros fue un gesto simbólico como homenaje al amor que procesé a las palabras en vida, pero para mi espíritu será todo un desahogo el poder plasmar mis inquietudes en estas páginas durante la eternidad que me queda por delante. Creo que de no ser así, acabaría por arañarel interior del ataúd y eso no me gustaría lo más mínimo porque sería una lástima destrozar una madera tan noble, bonita y cara.
Ahora que llevo aquí cierto tiempo, me doy cuenta de lo tonto que es pensar en la muerte mientras estamos con vida; tantos infiernos, tantos paraísos, tantas reencarnaciones místicas y al final resulta que uno no va a parar a ningún sitio y le tocaquedarse aquí, tumbado y sin hacer nada hasta a saber cuándo. Algunos, hace bastantes siglos y de rebote porque siempre pensaron que emprenderían al morir su gran viaje, se hicieron enterrar con todas sus pertenencias, ¡Ahhhhh!… Qué envidia que les tengo ahora. Vuelvo a agradeceros el detalle de la pluma y el bloc, pero no hubiese estado de más recordar también mi gran amor al café y a las revistarpornográficas, con mi nespresso y un buen paquete de Play boy esto se haría bastante más ameno.
La verdad es que a veces lo pienso y me río solo, como alguien se entere de lo que en realidad sucede al morir se puede montar una bien gorda allá afuera, mal negocio para algunos que viven de esto de educar almas para el momento crucial desde tiempos inmemorables, pero un gran negocio paraotros como por ejemplo, los constructores, que se forrarían seguro construyendo nichos de noventa metros cuadrados con todo tipo de comodidades. Claro que este simple hecho cambiaría totalmente el rumbo de la humanidad y convertiría a todo el mundo en avariciosos intratables. Todos acumulando lo más posible en vida para pasar lo más cómodamente su eternidad. Aquí supongo que lo expoliadores detumbas harían su agosto y cambiarían las típicas joyas por iphones y televisiones de plasma. Dicho de paso, no imaginéis que aquí se continúa usando el cuerpo a placer, imagino que si ahora abrierais la tapa, solo encontraríais un fiambre medio descompuesto, pero mi percepción es diferente, yo continúo viendo mi cuerpo en perfecto estado y comienzo a dominar la técnica del movimiento, que es a modo detítere, como si mentalmente moviese unos hilos invisibles atados a mis articulaciones. Por el momento solo consigo mover la mano con la que escribo estas líneas, pero estoy contento con mis progresos y me ilusiona pensar que quizá en poco tiempo consiga más movilidad y pueda hacerme una buena paja. Si… una paja… ¿Pasa algo? Que uno no es de piedra y tiene sus pequeñas necesidades, a propósito deesto, dejo aquí constancia formal de mi queja hacia los fabricantes de ataúdes, que no tienen en cuenta la altura de éstas, que a ver si hacen el favor de fabricar los ataúdes con las tapas un palmo más altas.
No quiero aburriros con todas estas tonterías mías, solo es que llevaba tanto tiempo sin escribir que tenía muchas cosas que contar, aunque en realidad solo quería escribir unpoema, como tengo tantísimo tiempo para pensar he decidido escribir un pequeño libro de poemas perfectos. Y digo perfectos porque me tomaré mi tiempo para crearlos, los imaginaré en mi mente y les daré forma poco a poco, los puliré y les sacaré brillo y no los escribiré hasta que tenga la certeza de que son totalmente redondos, sin lugar a réplicas de ningún tipo. Quizás tarde un año en...
Regístrate para leer el documento completo.