La vida
Como suele ocurrir con los magnicidios, el asesinato de Gait ́an nos ha sido presentado como el crimen solitario de un enajenado o de un fan ́atico. Lo que no podemosignorar es el clima social y pol ́ıtico en que se cumpli ́o el hecho, los sectores visiblemente interesados en la desaparici ́on del l ́ıder, y los que se benefician con ella. Si la mano que lo mat ́ofue fan ́atica o fue mercenaria, es algo indiferente: la causa evidente del crimen fue la campan ̃a de difamaci ́on realizada contra ́el por la gran prensa, que lo mostraba como un peligro para lasociedad, como alguien que ven ́ıa a destruir el pa ́ıs, y que lo caricaturizaba como un salvaje a la cabeza de una banda de can ́ıbales. El crimen produjo en todo el pa ́ıs un espont ́aneolevantamiento hecho de frustraci ́on y de desesperanza, pero incapaz de grandes prop ́ositos y aun de trazarse nobles tareas inmediatas. Entre incendios y rapin ̃a y estragos, el pueblo comprendi ́o que una vezm ́as sus esperanzas hab ́ıan muerto, y tal vez comprendi ́o tambi ́en que el poder imperante jam ́as permitir ́ıa una transformaci ́on de la sociedad por las v ́ıas democr ́aticas y pac ́ıficas queGait ́an hab ́ıa escogido. Pero all ́ı comenz ́o tambi ́en la segunda fase de esa poderosa contrarrevoluci ́on, porque advertidos del peligro de un movimiento popular, los partidos pol ́ıticos...
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