La Virgen Maria y Juan Diego
Páginas: 12 (2846 palabras)
Publicado: 25 de septiembre de 2011
Un indiecito llamado Cuauhtlatoatzin
Cuauhtlatoatzin (nombre en la lengua nahual que significa el que habla como águila o águila que habla), era un niño nacido en 1474 en el pueblecito de Cuautitlán. Era un macehualli, es decir un “pobre indio” esto significa que no era un personaje importante, no era un sacerdote, funcionario, guerrero, mercader, ni pertenecía a ninguna categoría sociales delimperio, era lo que suele llamarse “uno de montón”, uno de los tantos pobres de su pueblo. Había visto la invasión de los españoles, la guerra que dieron sus paisanos para rechazarlos y, finalmente, había experimentado la amargura de pertenecer de un pueblo que pasa de la libertad al sometimiento.
Trabajaba duramente la tierra y fabricaba mantas que luego vendía. Era dueño de un pedazo detierra y tenia una pequeña vivienda en ella. Estaba casado pero no tenia hijos.
En 1524 Cuauhtlatoatzin y su esposa habían sido bautizados por el misionero franciscano fray Toribio de Benavente recibiendo los nombres cristianos de Juan diego y María lucia.
Escritos de la época describen a Juan Diego como un hombre muy piadoso y religioso, aun antes su conversión. De carácter reservado,disfrutaba de la soledad y el silencio. Cada sábado domingo, Juan Diego partía muy temprano por la mañana para recorrer a pie 20 kilómetros que separaban a su pueblo de Tenochtitlán, adonde concurría ara participar de la santa misa u de las clases de instrucción religiosa.
Para protegerse del frio Juan Diego solía cubrirse con una tilma que es una especie de ponchito tejido con las fibras de un cactotípico de la región.
En el año 1529 su esposa María Lucia se enferma y muere. Juan diego se traslada entonces a vivir con su tío Juan Bernardino, en Tolpetlac.
A decir verdad, nosotros jamás hubiéramos sabido nada de la existencia de este pobre indio si durante una de sus habituales caminatas a Tenochtitlán, no le hubiera ocurrido algo extraordinario la madrugada del 9 de diciembre de 1531.La señora del cielo
Ya amanecía cuando Juan Diego que iba pasando Junto al cerrito Tepeyac, oyó unos cantos tan maravillosos que pensó que estaba soñando.
Atraído por esa música celestial comenzó a ascender buscando de donde provenía. En eso andaba, cuando oyó una voz de una mujer que hablándole en su lengua nativa le decía: Juanito, Juan Dieguito, oye, el mas pequeño de mis hijos…adonde vas?.
Quien así le hablaba era una doncella de gran hermosura que se presento como la virgen María, la madre de Dios.
Le hablaba con ternura maternal, despacio, sin alzar nunca la voz.
Pasada la sorpresa, la señora del cielo le expreso a Juan Diego su deseo: debía pedirle al obispo e le construyeran allí “una casita sagrada donde entren todos, para allí mostrar y dar todo mi amor,compasión, auxilio y defensa, pues yo soy su madre compasiva…allí escuchare sus lamentos, y remediare y curare todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores….”
Sin dudarlo un instante, Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Juan de Zumárraga, donde tuvo que esperar bastante antes de ser atendido. El obispo escucho el relato de Juan Diego con desconfianza. ¿Cómo era posible que la SantísimaVirgen María se manifestara a un hombre común un campesino?
El obispo parecía haber olvidado que las personas humildes son las preferidas de Dios.
Juan Diego salió muy apenado de la residencia del obispo y se dirigió a lo alto del cerro para poner al tanto a su Señora del Cielo del fracaso de su misión. Humildemente pidió ser liberado de aquel encargo: “Mucho te suplico que le encarguestu mensaje a una persona de la nobleza, a alguien que sea conocido. Estimado… Porque yo soy un hombre de campo, soy mecapal, soy cola… Yo mismo necesito ser llevado… Ese lugar a donde me envías no es donde yo suelo andar.”
Pero la Virgen insistió en que este indiecito humilde fuera su mensajero. “No son escasos mis servidores. Mis mensajeros pero es necesario que tu personalmente vayas.”...
Cuauhtlatoatzin (nombre en la lengua nahual que significa el que habla como águila o águila que habla), era un niño nacido en 1474 en el pueblecito de Cuautitlán. Era un macehualli, es decir un “pobre indio” esto significa que no era un personaje importante, no era un sacerdote, funcionario, guerrero, mercader, ni pertenecía a ninguna categoría sociales delimperio, era lo que suele llamarse “uno de montón”, uno de los tantos pobres de su pueblo. Había visto la invasión de los españoles, la guerra que dieron sus paisanos para rechazarlos y, finalmente, había experimentado la amargura de pertenecer de un pueblo que pasa de la libertad al sometimiento.
Trabajaba duramente la tierra y fabricaba mantas que luego vendía. Era dueño de un pedazo detierra y tenia una pequeña vivienda en ella. Estaba casado pero no tenia hijos.
En 1524 Cuauhtlatoatzin y su esposa habían sido bautizados por el misionero franciscano fray Toribio de Benavente recibiendo los nombres cristianos de Juan diego y María lucia.
Escritos de la época describen a Juan Diego como un hombre muy piadoso y religioso, aun antes su conversión. De carácter reservado,disfrutaba de la soledad y el silencio. Cada sábado domingo, Juan Diego partía muy temprano por la mañana para recorrer a pie 20 kilómetros que separaban a su pueblo de Tenochtitlán, adonde concurría ara participar de la santa misa u de las clases de instrucción religiosa.
Para protegerse del frio Juan Diego solía cubrirse con una tilma que es una especie de ponchito tejido con las fibras de un cactotípico de la región.
En el año 1529 su esposa María Lucia se enferma y muere. Juan diego se traslada entonces a vivir con su tío Juan Bernardino, en Tolpetlac.
A decir verdad, nosotros jamás hubiéramos sabido nada de la existencia de este pobre indio si durante una de sus habituales caminatas a Tenochtitlán, no le hubiera ocurrido algo extraordinario la madrugada del 9 de diciembre de 1531.La señora del cielo
Ya amanecía cuando Juan Diego que iba pasando Junto al cerrito Tepeyac, oyó unos cantos tan maravillosos que pensó que estaba soñando.
Atraído por esa música celestial comenzó a ascender buscando de donde provenía. En eso andaba, cuando oyó una voz de una mujer que hablándole en su lengua nativa le decía: Juanito, Juan Dieguito, oye, el mas pequeño de mis hijos…adonde vas?.
Quien así le hablaba era una doncella de gran hermosura que se presento como la virgen María, la madre de Dios.
Le hablaba con ternura maternal, despacio, sin alzar nunca la voz.
Pasada la sorpresa, la señora del cielo le expreso a Juan Diego su deseo: debía pedirle al obispo e le construyeran allí “una casita sagrada donde entren todos, para allí mostrar y dar todo mi amor,compasión, auxilio y defensa, pues yo soy su madre compasiva…allí escuchare sus lamentos, y remediare y curare todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores….”
Sin dudarlo un instante, Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Juan de Zumárraga, donde tuvo que esperar bastante antes de ser atendido. El obispo escucho el relato de Juan Diego con desconfianza. ¿Cómo era posible que la SantísimaVirgen María se manifestara a un hombre común un campesino?
El obispo parecía haber olvidado que las personas humildes son las preferidas de Dios.
Juan Diego salió muy apenado de la residencia del obispo y se dirigió a lo alto del cerro para poner al tanto a su Señora del Cielo del fracaso de su misión. Humildemente pidió ser liberado de aquel encargo: “Mucho te suplico que le encarguestu mensaje a una persona de la nobleza, a alguien que sea conocido. Estimado… Porque yo soy un hombre de campo, soy mecapal, soy cola… Yo mismo necesito ser llevado… Ese lugar a donde me envías no es donde yo suelo andar.”
Pero la Virgen insistió en que este indiecito humilde fuera su mensajero. “No son escasos mis servidores. Mis mensajeros pero es necesario que tu personalmente vayas.”...
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