La Virtud Femenina En La Época De Marcial

LA VIRTUD FEMENINA EN LA ÉPOCA DE MARCIAL


Nemo irascitur ubi uitium natura defendit.

Séneca


En Roma, como en cualquier sociedad, existió un ideal de hombre y de mujer, ideal siempre inconcluso, pero al que, sin duda, le debió su grandeza la cultura latina. Éste no es otro que el mos maiorum, conjunto de virtudes tan interiorizado en la mentalidad romana que carece de unatematización explícita. Sin embargo, es posible diferenciar en este conjunto la pietas, respeto para con los dioses y los familiares; la industria, capacidad y energía en el obrar; la frugalitas; frugalidad en los bienes, en el vestir y el comer; el decus, sentido de la conveniente belleza en todos los aspectos de la vida; el officium, deber, fundamentalmente, para con la res publica; la virtus, valentía;entre otras. Estas virtudes, propias de campesinos, son las productoras de los cives valiosos para la res publica:


At ex agricolis et viri fortissimi et milites strenuissimi gignuntur, maximeque pius quaestus stabilissimusque consequitur minimeque invidiosus, minimeque male cogitantes sunt qui in eo studio occupati sunt.[1]


En la época de Augusto, con su plan político derecuperación del caído mos maiorum conocido como pax augustea, Virgilio, su principal vocero, resemantiza dicho ideal centrándolo en la pietas del héroe fugitivo que resigna todo por seguir el mandato del fatum. Sin embargo, en tanto que la pietas de Eneas se encuentra al servicio de la fundación de Alba, la primigenia Roma, y en cuanto responde al intento del emperador de recuperar y legitimar laobediencia debida de los cives, dicha pietas es antes que nada officium.
Esta resemantización ya había sido posibilitad por Cicerón, quien, en De officiis, reduce las virtudes del mos maiorum a cuatro virtudes cardinales, fuentes, precisamente, del officium. Así, plantea que lo honestum – condición necesaria del officium y de cualquier acción humana a todos los niveles posibles – se subdivide eniustitia, fortitudo, scientia et temperantia. Lo honestum, como cualidad de toda acción buena, permanece en las elucubraciones estoicas de la época imperial, sobre todo en Séneca.
La nota común de las principales concepciones de moral, tanto de la moral positiva (el mos maiorum) como la de escuelas filosóficas, radica en el objetivo primordial de producir cives útiles para la grandeza de la respublica. De allí, que el epicureismo, dada su falta de interés por el mundo político, no haya tenido fortuna en Roma y que el estoicismo, por su constante rehabilitación del mos maiorum y sus contactos con el poder, se haya establecido en épocas de Marcial como la doctrina filosófica predominante, que, lejos de mantenerse en los límites ceñidos de las discusiones de escuelas, era conocida ypracticada, claro que sin coherencia, por el hombre común que ronda por las páginas de los epigramas.
Sin embargo, si bien tanto el mos maiorum como su reelaboración estoica rigen para ambos sexos, la conducta esperada difiere considerablemente. Dentro del marco del mos maiorum, se exige del hombre virtudes cívicas y, en caso de necesidad, guerreras; a la mujer, en cambio, se le reclama fecundidad yobediencia al marido. Así, lejos de poseer la capacidad de ejercer todas las virtudes del mos maiorum, el accionar de la mujer se limitaba a las descriptas por un epitafio del siglo II a. C.:


casta pudica decens sapiens generosa probat(a).[2]


Estas virtudes tenían el propósito de evitar, a través de la castitas, la mascula sanguinis, a fin de asegurar la procreación de hijoslegítimos para el paterfamilias, además de construir la sapientia femenina como obediencia al ius maritale. Pues, precisamente, desde el derecho romano el matrimonium pone a la mujer bajo la tutela del marido, otorgándole, en los tiempos arcaicos, incluso el ius vitae et nescis; en tiempos de la República, el matrimonium cum manu limita la potestas del marido, brindándole a la mujer la posibilidad del...