La visita a howard fast
Páginas: 279 (69516 palabras)
Publicado: 3 de julio de 2011
La visita a Howard Fast
Texto original de Felipe Galván
La visita a Howard Fast
Texto original de Felipe Galván
La visita a Howard Fast Texto original de Felipe Galván Diseño: Luis Vargas Santa Cruz Cuidado del texto: Martha Elba Del Río Mendieta © 2010, Felipe Galván © 2010, Tablado IberoAmericano © Facultad de Filosofía y Letras BUAP Impreso en Reproducciones Graficas del Sur S. A.de C. V. Amatl 20, Col. Pedregal de Sato. Domingo, Coyoacán. C.P. 04369 México, D.F. Primera edición: diciembre de 2010 ISBN: Queda prohibida, sin autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía, el tratamiento informático, así como ladistribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos. Impreso en México / Printed in Mexico
La visita a Howard Fast
Felipe Galván
I Si alguien tomara la perspectiva de este instante, en el viaje que realizo, sería una gran panorámica en movimiento. Un tren de varios vagones, no sé exactamente cuántos pero más de quince con seguridad, que avanza ferozmente, devorandopor hora millas y millas a velocidad majestuosa, por una larga y embellecida pradera. Tal vez sea un lugar común pero la toma deberá tirarse desde un helicóptero en marcha, que avance al ritmo del monstruo de acero, transportando en sus vísceras a más de cuatrocientas cincuenta almas. Más o menos debe haber como treinta ocupantes por vagón y si son quince pues esa es la cantidad probable. El másse asume porque el número de asientos supera los treinta, no recuerdo precisamente en cuántos, y el menos es porque el carro comedor no ofrece asiento fijo a esa cantidad de pasajeros: treinta. El tiro de cámara debe ser espectacular, el tren avanza a más de cien millas por sesenta minutos. Digo millas pues estamos en los Estados Unidos de América, lugar en que, herencia de la Gran Bretaña, no semide la distancia ni la velocidad en los kilómetros tradicionales del resto del mundo, diferentemente disciplinado. Éstos miden en las inglesas millas que difieren por más de la mitad de los mil metros lineales ocupados en otros lares; pero como al pueblo que fueres haz lo que vieres, pues ordenadamente viajo a las millas por hora indicadas por el idioma oficial de este país en donde losferrocarriles, animales mecánicos fabricados por la mano del hombre para el disfrute del mismo, son de primer mundo, distintos a los que había en mi patria, antes de que dejaran de existir. La panorámica hiere la prístina visión de un campo cuidado que se dibuja en la homogeneidad del paisaje, un paisaje de estampa pintada por el hombre como la fabricación del ferrocarril.
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La visita a Howard FastFelipe Galván
Tierra en proceso de cultivo perfectamente calculado para el crecimiento que en este preciso instante muestra. Cultivo pintado en la atmósfera en circulación, la vista cambiante en su semejanza de mata a mata, de surco a surco, de campo a campo capaz de fotografiarse placenteramente desde las alturas. Digno de ser registrado por una sensible cámara viajera, desde el asientoexterior de un pájaro volador en el que reposara la humanidad de un impresionable director de fotografía que, en este justo momento, se encuentre grabando el viaje del aparato de muchas toneladas de acero, que se desliza rodando en unas vías de mantenimiento exigente, que cortan la perspectiva plácida del campo sembrado; ejemplo de apariencia virginal en la nación americana de mayor desarrolloagrícola en los principios del siglo XXI de la era cristiana. El cine es una fijación que asoma a mi mente en los procesos creativos o, simplemente, cuando intento contar algo. Por supuesto que es una frustración. Yo sé que el cine no es lo mío aunque lo intenté durante varios años con terquedad digna de mejores causas. No, no, no estoy diciendo que el cine no sea una buena causa. Por supuesto que lo...
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La visita a Howard Fast Texto original de Felipe Galván Diseño: Luis Vargas Santa Cruz Cuidado del texto: Martha Elba Del Río Mendieta © 2010, Felipe Galván © 2010, Tablado IberoAmericano © Facultad de Filosofía y Letras BUAP Impreso en Reproducciones Graficas del Sur S. A.de C. V. Amatl 20, Col. Pedregal de Sato. Domingo, Coyoacán. C.P. 04369 México, D.F. Primera edición: diciembre de 2010 ISBN: Queda prohibida, sin autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía, el tratamiento informático, así como ladistribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos. Impreso en México / Printed in Mexico
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I Si alguien tomara la perspectiva de este instante, en el viaje que realizo, sería una gran panorámica en movimiento. Un tren de varios vagones, no sé exactamente cuántos pero más de quince con seguridad, que avanza ferozmente, devorandopor hora millas y millas a velocidad majestuosa, por una larga y embellecida pradera. Tal vez sea un lugar común pero la toma deberá tirarse desde un helicóptero en marcha, que avance al ritmo del monstruo de acero, transportando en sus vísceras a más de cuatrocientas cincuenta almas. Más o menos debe haber como treinta ocupantes por vagón y si son quince pues esa es la cantidad probable. El másse asume porque el número de asientos supera los treinta, no recuerdo precisamente en cuántos, y el menos es porque el carro comedor no ofrece asiento fijo a esa cantidad de pasajeros: treinta. El tiro de cámara debe ser espectacular, el tren avanza a más de cien millas por sesenta minutos. Digo millas pues estamos en los Estados Unidos de América, lugar en que, herencia de la Gran Bretaña, no semide la distancia ni la velocidad en los kilómetros tradicionales del resto del mundo, diferentemente disciplinado. Éstos miden en las inglesas millas que difieren por más de la mitad de los mil metros lineales ocupados en otros lares; pero como al pueblo que fueres haz lo que vieres, pues ordenadamente viajo a las millas por hora indicadas por el idioma oficial de este país en donde losferrocarriles, animales mecánicos fabricados por la mano del hombre para el disfrute del mismo, son de primer mundo, distintos a los que había en mi patria, antes de que dejaran de existir. La panorámica hiere la prístina visión de un campo cuidado que se dibuja en la homogeneidad del paisaje, un paisaje de estampa pintada por el hombre como la fabricación del ferrocarril.
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La visita a Howard FastFelipe Galván
Tierra en proceso de cultivo perfectamente calculado para el crecimiento que en este preciso instante muestra. Cultivo pintado en la atmósfera en circulación, la vista cambiante en su semejanza de mata a mata, de surco a surco, de campo a campo capaz de fotografiarse placenteramente desde las alturas. Digno de ser registrado por una sensible cámara viajera, desde el asientoexterior de un pájaro volador en el que reposara la humanidad de un impresionable director de fotografía que, en este justo momento, se encuentre grabando el viaje del aparato de muchas toneladas de acero, que se desliza rodando en unas vías de mantenimiento exigente, que cortan la perspectiva plácida del campo sembrado; ejemplo de apariencia virginal en la nación americana de mayor desarrolloagrícola en los principios del siglo XXI de la era cristiana. El cine es una fijación que asoma a mi mente en los procesos creativos o, simplemente, cuando intento contar algo. Por supuesto que es una frustración. Yo sé que el cine no es lo mío aunque lo intenté durante varios años con terquedad digna de mejores causas. No, no, no estoy diciendo que el cine no sea una buena causa. Por supuesto que lo...
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