La wea cuantica
humanidad entera. Argumentamos con nosotros mismos en una deliberación íntima.
Ocurre igualmente que un mismodiscurso puede dirigirse simultáneamente a varios
auditorios.
De ahí la superioridad de los argumentos que hayan de ser admitidos por todos, es decir,
por un auditorio universal, por todo serrazonable. Esta especie de argumentos la analizó
Aristóteles en Los Tópicos.
La nueva retórica, al considerar que la argumentación puede dirigirse a auditorios
variados, no se limita, como laretórica clásica, al estudio de las técnicas del discurso
público dirigido a una muchedumbre no especializada. Debe englobar, pues, todo el
campo de la argumentación, que es complementario de lademostración y de la prueba
inferencial, que estudia la lógica formal.
Como toda argumentación es relativa respecto del auditorio al que se propone influir,
presupone lo mismo en el orador que en losoyentes el deseo de realizar y de mantener
un contacto de inteligencias, de querer persuadir en el orador y de querer escuchar en el
auditorio.
El contacto entre dos inteligencias exige un lenguajecomún que pueda ser comprendido
por los oyentes y que les sea familiar. La adaptación del orador a su auditorio puede
ofrecer dificultades nada despreciables. Es todo el problema de lavulgarización. Y la
adaptación no se refiere únicamente a cuestiones de lenguaje.
Para persuadir a un auditorio lo primero que hay que hacer es conocerlo, es decir,
conocer las tesis que admite deantemano y a las cuales se podrá por consiguiente
aferrar la argumentación. Es importante saber también con qué intensidad les dan su
adhesión, pues son estas tesis las que han de suministrar el punto departida de la
argumentación.
Cabe observar una nítida diferencia entre los discursos sobre hechos reales y los
discursos sobre valores. En efecto, lo que se opone a lo verdadero es lo falso...
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