La L Gica
no funciona como la de toda la vida. Cada día resulta
más evidente. En la lógica de toda la vida, fabricar tu
producto de determinada forma implicaba que esa, y no
otra, era la manera en la que tus clientes utilizarían el
producto, salvo raras excepciones protagonizadas por
personas que cabía normalmente calificar como “de
naturaleza extravagante”. Si un fabricante, porejemplo, prohibía o simplemente desaconsejaba ciertos
usos de su producto, lo normal era que toda una legión
de clientes bien disciplinados le hicieran caso, y
evitasen tales usos para así no comprometer la
integridad de su producto. O la de su garantía, último y
amenazante bastión que simbolizaba el poder del
fabricante: si te portas mal y haces cosas inadecuadas
con mi producto, si lo estropeas te lova a arreglar
Rita, suponiendo que la encuentres y tengas la suerte
de que sepa de estas cosas. Y así, durante muchos
años, los consumidores decidimos “ser buenos chicos”.
Los productos sólo los pueden abrir personal
especializado, porque si los abrimos nosotros, quedarán
marcas indelebles en los tornillos, y anularemos la
garantía. Este producto se usa así y se puede combinar
con este otro, peronunca con aquel… y nosotros íbamos,
y hacíamos caso, no se fuera aquello a romper. De un
tiempo a esta parte, parece que las cosas han
cambiado, y responden a otro tipo de lógica. Y no es un
pequeño cambio, es que hemos pasado, casi, casi, a la
lógica contraria. Basta que llegue un fabricante y nos
diga que no hagamos algo, para que una legión de
clientes díscolos se lancen a hacer precisamenteeso que
les han dicho que no hagan. Talmente como niños
pequeños: no toques el radiador, que quema… hala,
vamos a la farmacia a buscar una pomada para
quemaduras. Basta que llegue Steve Jobs y nos diga que
su sistema operativo, el OS X Tiger va a correr sobre
máquinas con procesador Intel, pero sólo y únicamente
de la marca Apple, para que toda una legión de esos
otrora pacíficos clientes selancen a intentar instalar el
mencionado OS X Tiger sobre ordenadores de otras
marcas. Y no contentos con intentarlo, resulta que
además van, y lo consiguen. Y no contentos con
conseguirlo, resulta que además van, y filman vídeos con
su hazaña, y los cuelgan en la red, en ocasiones
acompañados por detallados tutoriales acerca de cómo
realizar la hazaña. Algunos llegan incluso a la osadía de
realizarcomparativas, y demostrar que la instalación de
OS X que han hecho sobre una máquina de otra marca
corre más deprisa que la original sobre máquina Apple…
vivir para ver… Y claro, ante tamañas demostraciones
de indisciplina de sus antes disciplinados clientes, el tío
Steve monta en cólera, tira de su Departamento Legal,
y se pone a mandar cartas de “cease and desist” a todo
aquel que se encuentra porlas autopistas de la
información contando sus aventuras a los mandos de sus
productos. “Hágame el favor de retirar ese vídeo de
ahí, o de la demanda que le voy a atizar se le va a caer
el pelo”, es la cantinela con la que el tío Steve va, uno
detrás de otro, intentando reconducir al redil a esos
clientes díscolos. Pero aparentemente, los intentos del
tío Steve resultan tan productivos comointentar evitar
la ruptura de una presa sobrecargada de agua a base
de tiritas. El pobre pega y pega con fe una tirita
encima de otra, pero aquello no hay quien lo pare, y el
agua sigue, y sigue, y los chorros salen cada vez con
más fuerza, y se le empiezan a mojar los tobillos… Una
de las reglas básicas de la lógica moderna es que no
importa como de sofisticado sea el sistema que has
creado paraproteger algo… alguien aparecerá, y será
capaz de romperlo, de violarlo, de inhabilitarlo. Es más,
resulta perfectamente posible que el grado de
sofisticación y la cantidad de dinero invertida en el
diseño de la protección sea inversamente proporcional al
tiempo empleado en romperla. Y líbrete dios de ir por el
mundo pregonando las bondades de tu inviolable sistema,
porque eso no hará más que atraer...
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