Laberinto de la soledad
La sociedad comulga consigo misma en la Fiesta. To¬dos sus miembros vuelven a la confusión y libertadorigi¬nales. La estructura social se deshace y se crean nuevas formas de relación, reglas inesperadas, jerarquías caprichosas. En el desorden general, cada quien se abandona y atraviesa por situaciones ylugares que habitualmente le estaban vedados. Las fronteras entre espectadores y ac-tores, entre oficiantes y asistentes, se borran. Todos for¬man parte de la Fiesta, todos se disuelven en su torbelli¬no.Cualquiera que sea su índole, su carácter, su signifi¬cado, la Fiesta es participación. Este rasgo la distingue fi¬nalmente de otros fenómenos y ceremonias: laica o reli¬giosa, orgía o saturnal, laFiesta es un hecho social basa¬do en la activa participación de los asistentes.
Gracias a las Fiestas el mexicano se abre, participa, co¬mulga con sus semejantes y con los valores que dan sen¬tido a suexistencia religiosa o política. Y es significativo que un país tan triste como el nuestro tenga tantas y tan alegres fiestas. Su frecuencia, el brillo que alcanzan, el entusiasmo con que todosparticipamos, parecen revelar que, sin ellas, estallaríamos. Ellas nos liberan, así sea mo-mentáneamente, de todos esos impulsos sin salida y de todas esas materias inflamables que guardamos en nues¬trointerior. Pero a diferencia de lo que ocurre en otras sociedades, la Fiesta mexicana no es nada más un regre¬so a un estado original de indiferenciación y libertad; el mexicano no intenta regresar,...
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