Labios Rojos
Mis palabras forman un pozo profundo, demostrando mis sentimientos, mi amor, mi desamor, mis ideologías, y demás, me llamo Diego, me dedico a la música (guitarra folk), y amo la literatura como a las mujeres, esa forma de escribirlas de vivirlas, de sentirlas dentro de mí, de mi ser, de mi cuerpo.
Había salido un viernes de verano a caminar en la Colonia Condesa, en la calleÁmsterdam, iba con mi guitarra y unos cuantos libros sin olvidar mis versos, mis poemas y un libro que pretendía terminar. Veía a las personas felices, con perros corriendo, su andar es como un valet dentro de esta clase social, no sé por qué carajos necesitan de perros, de animales que sólo les dan un posicionamiento a su clase burguesa, realmente yo vivo en un pequeño departamento; dos cuartos, micocina y baño, sólo vivía de mis escritos y música, siempre he vivido pensando encontrar el amor de mi vida, en un parque, con una chica leyendo un libro, pero esta no es mi situación, regresando al tema, muchas cosas pasaban por mi mente, estaba un poco ajetreado por la ciudad y esta mierda de sociedad, iba escuchando algo de Joy Division lo recuerdo muy bien. En una esquina cerca de la coloniavi un bar austero, y decidí meterme a beber un poco, a relajarme, olvidarme de muchas cosas, de mi familia, de mis amores pasados, de mi farsa como persona que cargaba atrás de mí.
Me dirigí a la barra para pedir una cerveza clara, para eso ya había observado el lugar, lo identifiqué y no me causaba molestia, al contrario, había buena música, para mis gustos musicales entre folk y el rock en laactualidad, entonces mi mirada se fijo en una esquina, una chica, de cabello largo, labios rojos, una mirada muy fría pero impresionante; de inmediato me dirigí hacia ella.
-Hola, me puedo sentar un momento- con una sonrisa le hablé
-Pues estoy con mi novio no sé si te moleste, a él no le interesa mucho pero si quieres podemos hablar los tres ya que veo que vienes solo- contestó de la formamás accesible, mostrando dos caminos, y decidí sentarme. La observaba con cuidado, ella igual traía una cerveza y en su mano y su cigarro, ya manchado por sus espectaculares labios rojos. Nos quedamos en silencio.
-Tu novio se tarda mucho, no crees - reí un poco
-Ese wey fue hacer una llamada afuera, siempre se tarda, se preocupa mucho por sus padres y amigos, pero no ha de tardar ya.
-disculpa,no me he presentado soy Diego- le dije mientras le daba la mano.
-Hola Diego, yo soy Elena mucho gusto en conocerte.
En ese momento sonó una canción de Black Keys, “Little back Submarines”, yo reaccioné diciendo que la canción era perfecta, mientras ella se quedó perpleja.
-Amo esa canción y esa banda, son muy buenos- seguía fumando
-Así que te gusta el rock de hoy en día- le respondí.-Aí, además de rock and roll verdadero.
-Hola, puedo sentarme. (Era Miguel su novio)
-Claro, disculpa, soy Diego y vine a para a esta mesa, ya que vengo solo.
-No te preocupes, estamos aquí para convivir, me presento, soy Miguel- me sonrió, mientras de igual forma le daba la mano.
-Espero no causar una molestia entre ustedes.
-No, al contrario, amenizarás nuestra plática, ¿verdad mi amor?-volteo a ver a Elena mientras ella sonreía.
-Oye y ¿eres de por aquí?- Me preguntó
-Sí soy de esta colonia
-Nosotros somos de la roma, hace poco que nos venimos a vivir juntos- su sonrisa era hipócrita, creo que ya me había vuelto muy analista y observaba muy detalladamente a la persona.
-Qué padre, les fascinará, es muy tranquilo por aquí- Le respondí
-Me pueden disculpar, me entró otra llamada-ambos respondimos con un sí.
De nueva forma me quedé con ella a solas, mientras me preguntaba ¿en qué trabajaba?, o ¿qué realizaba?, yo sólo le dije que vivía del arte en ese momento saqué de mi mochila unas cuantas hojas, aprovechando que no estaba su novio, y tenía en mente que se tardaría alrededor de cinco minutos.
Esos labios furiosos por amor
Destellando locuras, pasiones,...
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