Laborem Exercens
“Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano, contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la incesanteelevación cultural y moral de la sociedad en la que vive en comunidad con sus hermanos (..) ”, así comienza pues la encíclica de nuestro Papa Juan Pablo II, Laborem Exercens. Año 1981, y, treinta añosdespués, tras haber hecho una lectura de la misma, nada nuevo, la misma situación, poco cambia, los ricos mas ricos y los pobres mas pobres.
Recientemente, hemos visto como entraba en vigor la nuevaLey de la Reforma Laboral, llevada a cabo por el nuevo ejecutivo, en consecuencia de la situación de crisis que llevamos varios años afrontando.
En esta nueva ley se tratan aspectos tales como eldespido improcedente y sus causas, permisos de maternidad y paternidad, ERE’s y hasta podemos observar como no han olvidado el papel de la mujer en el mercado laboral, algo que, por lo menos a mi, me hasuscitado bastante curiosidad, ya que, en pleno siglo XXI, ignoraba que tuviese que ser un tema llevado a regulación.
Así pues, vayamos a centrarnos en el tema que nos es planteado por la cuestión. Vemos como la Laborem Exercens nos plantea al hombre como un ser trabajador concebido por Dios, un Dios activo en el cual el hombre se reflejaría, un Dios ocupado de todo y de todos.
Queda reflejadocomo el trabajador es considerado solo como un mero objeto de producción, algo que es significativo en un sistema capitalista en el cual el obrero es tratado como un simple objeto, un miembro mas dela cadena de producción. Y eso es lo que se debería reflejar en la nueva ley de la reforma laboral, un consenso entre el ejecutivo y los sindicatos para redactar un nuevo texto de reforma en el cual...
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