Lacan y el otro

LACAN Y EL OTRO

El propósito de este trabajo es explorar el concepto de “el Otro” según lo dicho por J. Lacan. En este ensayo utilizaré ideas en torno al estadio del espejo, partiendo, en un inicio, desde lo que Lacan se refiere como la 'estadio del espejo’ y, posteriormente, desde la perspectiva sobre el espejo como una cualidad irrepresentable y, a la vez, como una vía para “reconocer” alOtro y abordare algunos puntos en el camino que considero dignos de mencionar a sabiendo del riesgo de desencausar un poco la fluidez del escrito
Según Freud realmente es un supuesto necesario que no esté presente desde el comienzo una unidad comparable al yo; tiene que ser desarrollada. Las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales; por lo tanto, algo tiene que agregarse alautoerotismo, una nueva acción psíquica, para que el narcisismo se constituya.[1]
La primera contribución de Lacan al psicoanálisis fue lo que él llama el estado del espejo, que es el periodo en el cual el niño se ve en el espejo y se reconoce a sí mismo por primera vez como un ente individual separado de su madre. En este periodo el niño se descubre a sí mismo por medio de su reflejo. Posteriormente,Lacan afirmará que esta experiencia se repite a lo largo de la vida del individuo como una permanente estructura de la subjetividad.[2]

El estadio del espejo describe la formación del Yo a través de la identificación, siendo éste el resultado de identificarse uno mismo con su propia imagen reflejada. En el paradigma del Imaginario el individuo está permanentemente atrapado y cautivado porsu propia imagen.
Este estadio del espejo tiene también una dimensión simbólica, según la cual al momento posterior en que el niño se ha identificado a sí mismo por medio de su imagen, se vuelve hacia el padre, madre etc., quien pasa a representar el Otro, en un intento de ratificar su propia identidad[3].
Existe una entidad de cuya mirada no se puede escapar por la simple construcción deparedes. Es una alteridad radical; es un Gran Otro que trasciende la “otredad” ilusoria del Imaginario, ya que no puede ser identificado. Es un Otro no visible que está inscrito en el Simbólico, junto con el lenguaje. De esta manera, el Otro es una entidad parecida al “Ojo de Dios”, que siempre está mirando y que cuya mirada escapa, tanto a los límites de la arquitectura, como a la mirada delindividuo. Hay una forma de “suspender” la mirada del Gran Otro y es la de colocarse a uno mismo como si fuera ese Gran Otro.[4]
El espejo tiene la propiedad de reflejar imágenes de aquellas cosas que se ponen en frente de este. Al mirarse en un espejo, el individuo no “ve” el espejo, sino aquello que se refleja sobre él, aunque, en el plano de la percepción de la realidad, el espejo está presentecomo un objeto en sí mismo, a pesar de ser “invisible” a la vista. Ahora bien, lo más común es que intentemos apropiarnos del y significante, pero solo logramos extraer del significado e introducirlo en nuestro lenguaje al apropiarnos de este, pero el objeto en si permanece fuera del nosotros, es irreductible como tal. Esto se complejiza más debido a lo que como ya se mencionó anteriormente, nosolemos ver en si el espejo, sino el reflejo de este por lo que se hace “invisible” el mismo.

El ideal del yo toma en demasía de las ocasiones la forma del Otro, El Otro es el lugar donde se sitúa en la cadena del significante que rige todo lo que, del sujeto, podrá hacerse presente, es el campo del viviente donde el sujeto tendrá que aparecer.[5]
El ser del sujeto no se termina en el yo.El yo será el conjunto de identificaciones a partir de las cuales el sujeto se construye un self, se da una identidad, es decir, la imagen a la que el sujeto se aliena, las significaciones que conforman el mundo del sujeto. Estas imágenes y estas significaciones siempre le vienen de los otros. La "identidad" del sujeto es así en extremo paradójica. Esta caracteristica da lugar a la confusión...