lacan y los estadios del espejo

Para Lacán, el sujeto no es un dato primario, solo es designable en la relación de un significante con otro significante, y define al sujeto al mismo tiempo que la experiencia que lo constituye, el Estadio del espejo, con el cual el bebe sabe de los limites de su cuerpo.
Para Doltó, lo importante no es el origen del sujeto, ya que ella lo definió en el momento de la concepción, si no mas bien esel anudamiento de este con el cuerpo, le confiere al estadio del espejo una función estructurante en los tres registros (imaginario, simbólico y real) pero solo lo considera como asunción de un proceso que surge en la concepción:
“El estadio del espejo es para F. Doltó el tiempo de cristalización descrito por Lacán, pero en la prolongación de una dinámica pre-especular” (pag. 79)
Para Doltó conel echo de que el niño exista, ya es un símbolo de la búsqueda del otro, por lo tanto, el estadio del espejo es el descubrimiento que el otro es otro cuerpo, no emerge el sujeto, si que es la inscripción del sujeto en un cuerpo biológicamente dado:
“Cuando ya es, por esencia, sujeto- pero un sujeto no reflexivo-; que esta inscrito, según la evidencia, en un cuerpo-pero cuyos limites realestodavía no percibe-; que es presa de sus fantasmas, pero a los que no puede identificar como tales” (pag. 79)
Esta es la imagen inconsciente del cuerpo, Doltó reconoce en la imagen del cuerpo la matriz de la identidad, pero cuyos efectos son pre-especulares


Siempre me dejó perpleja está asunción jubilosa de la que hablaba Lacan refiriéndose al estadio del espejo. Nunca me atreví a tratar estacuestión porque "no la entendía". Aquí Dolto plantea el asunto de una manera que me encaja mejor.
Como dice Mme Dolto: " Ser también un objeto no es tan fácil para un sujeto"
Les dejo con ella.
Lo que digo es que cuando Lacan cree que el niño – lo que describe como una asunción jubilosa – se alegra de ver su propia imagen en el espejo, y que esto lo estructura en su unidad, se equivoca. Estaexperiencia siempre es una sorpresa con efecto de extrañeza, a veces fóbica, de despedazamiento. Esta primera etapa de júbilo, que, en efecto, hemos podido observar, está provocada por la esperanza de que otro niño haya aparecido mágicamente en su espacio para jugar con él. En cuanto se da cuenta de que no es un ser de carne y compañía, se angustia y no se recupera – reconociéndose bastante mal, porcierto, las primeras veces, pero lo acepta, aunque se decepciona por descubrirse con talla y aspecto de bebé, mientras que hasta entonces se imaginaba según su deseo como un amigo protector-, y solo se recupera cuando apercibe en este mismo espejo la imagen de su madre, o de la persona que ejerce esa función, reflejada a su lado en esta superficie, en tanto que la percibe, táctil, olorosa, viva ycálida, hablando hacia su persona mostrándolos a ambos, él y ella, en el espejo. Esta visión es una revelación de la imagen que el niño –y otro- da a ver a los otros en el espejo, es decir invertida; el rostro de los que conocemos está deformado por esta inversión. Y por encima de todo, esta imagen contradice la imagen del cuerpo que no es especular y que hasta entonces era la única noción de unomismo con los otros o en su búsqueda, con vistas a comunicarse. Cuando la imagen especular toma gran importancia, las imágenes del cuerpo que son garantes de la unidad del sujeto-yo en relación se reprimen.
La investidura secundaria, positiva o negativa, de la imagen de uno mismo en el espejo depende mucho de otras experiencias afectivas relacionales, que hacen heredar a esta imagen fetiche delsentimiento de presencia de lo que está reprimido de las relaciones erotizadas con los otros y de los otros con nosotros.
Ejemplo: Un niño precoz al hablar -17 meses- se ve en un espejo que está en una pared y que llega hasta el suelo. Primera vez: “¡Ah! ¡Bebé!” – cuando él se autodenomina Titi; va hacia bebé, desconcertado: « Bebé no quiere Titi”. Trata de ofrecerle su juguete: “Bebé no quiere...