Laclau Ernesto La Razon Populista
En La razón populista, Ernesto L,clau vuelve
il CiJllC{'¡¡- ,
trarse en uno de los temas que lo h,¡n ocupado en ,,u lar.ga trayectoria intelectual, ya desde Políúca
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ideo!o!2'1a
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en la teoría marxista, El populismG, práctica política
históricamente desdeñada, es aquí vuelco a pensar com"
lógica social y modo de construir lo político desde un
enfoque que se aleja definiti"amente del punto de vista,
sociológico, Sus hipótesis -basa das en el postesITuotnralismo y fa teoría lacmüana-
50:1
puestas a pruel:w al
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analizar la conformación del popuhsmo estadounidense,
del kemalismo turco y dell wTOnismp de la resistenG~¡a.
Su reformulación del concepto de 'pueblo" lo n~Ya a
retomar la discusión con Slavoj Zizek, (me había qm¿&doinconclusa en Contingencia, h egemo !lía, univers?ftli-
dad, en torno a .la sobTedetenninación
la identidad
política. Cuestiona asinlcÍsmo lit caracteTÍ¿:aCÍón de la
multitud que plantearon Michad Hardt y Toni Negri e¡1
Imperio para poner el acento en el podel' uni(icadoT de
las demandas.
La razón populista aporta Hna HUi'va dimen,ión al
análisis de la lucha hegemónica y de la formadun de
lasidentidades sociales, que es fundamental para comprender los triunfos y fracasu> de los movi¡nientos pu-
JC
pulares, y avanza un paso mi, en el pl'oyecto político
4~.3
de una democracia radical en el actual escenario de un
capitalismo globalizado,
SBN 950-557-635-8
111111111111111111111111111
a razon
ulista
L253
CLAU
Traducción de
ERNESTO LACLAU
SOLEDAD UCLAU
LA RAZÓN POPULISTA
o
FONDO DECULTURA ECONOMlCA
MÉXICO - ARGENTINA - BRASIL - CHILE - COLOMBIA - ESPANA
EsTADOS UNIDOS DEAMÉRlCA - GUATEMALA - PERÚ - VENEZUELA
PREFACIO
Este libro se interroga centralmente sobre la lógica de formación de
las identidades colectivas. Nuestro enfoque parte de una insatisfacción básica con las perspectivas sociológicas que, o bien consideraban
al grupo como la unidad básica del análisissocial, O bien intentaban
trascender esa unidad a través de paradigmas holísticos funcionalistas
o estructuralistas. Las lógicas que presuponen estos tipos de funcionamiento social son, de acuerdo con nuestro
•
pUil,[,)
de vista, dema-
siado simples y uniformes para capturar la variedad de movimientos
implicados en la construcción de identidades. Resulta innecesario decir
que el individualismometodológico en cualquiera de sus variantesincluida la elección racional- no provee tampoco ninguna alternativa al tipo de paradigma que estamos tratando de cuestionar.
El camino que hemos intentado seguir para tratar estas cuestiones
es doble. Lo primero ha sido dividir la unidad del grupo en unidades
menores que hemos denominado demandas: la unida~,:Lc!eIJ,:':P35~,_
en nuestra perspectiva, elresultado de una articulación de demandas.
Sin embargo, esta artic~lac¡6n-ñO-c;;;~~~ponde a u;;~ configuración
estable y posiriva que Ffldríamos considerar como una totalidad unificada: por el contrario,fpuesro que toda demanda presenta redamos
a un determinado orde~"establecido, ella está en una relacjón peculiat con ese orden, que la ubica a la vez dentro y fuera de é1t<;::omo ese
orden no puedeabsorber totalmente a la demanda,_ no co';sigue constituirse a sí mismo como una totalidad coherente~:( La demanda re/ "
quiere, sin embargo, algún tipo de totalización si es que se va a cristalizar en algo que sea inscribible como reclamo dentro del "sistema':!
Todos estos movimientos contradictorios y ambiguos implican las
diversas formas de articulación entre lógica de la diferencia y lógica
de laequivalencia, que discutimos en el capitulo 4. Como explica9
10
!ABAZÓN POPULISTA
mos aHeJa imposibilidad de fijar la unidad de una formación social
en un objeto que sea conceptualmente aprensible conduce a la centralidad de la nominación en la constitución de la unidad de esa forma-
!l
peto que, como demostró Freud en Psicología de las masas y análisis
del yo, son mherentes a la formación...
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